Todo hijo de vecino habrá chafado una caca de perro en algún momento, pero a buen seguro pocos habrán tenido una reacción como la que vamos a relatar a continuación. Gracias a las redes sociales se ha viralizado la denuncia de un vecino molesto con las heces del perro del vecino, al que dirigió el siguiente mensaje: "Estimado vecino del 5B. He estado estudiando recientemente su comportamiento y puedo afirmar rotundamente que pasea a su canino de lunes a viernes a las 7 de la mañana y a las 8 de la tarde".

No contento con aportar toda esta información, el ‘denunciante’ proseguía con la denuncia en estos términos: “Su trabajo tiene turno de tardes, (todavía no sé en qué trabaja pero no me costará tiempo averiguarlo) por si algún día se le olvida algo y tengo que hacerlo entregar a su oficina".

El vecino en cuestión se define como “su vigilante”, pues no en vano controlaba todos los horarios del usuario que ha realizado la denuncia: “El pasado lunes (ayer) usted olvidó un objeto en las zonas comunes de nuestra querida urbanización. Tenía pensado llevarlo a objetos perdidos, pero sé que es suyo, quizás esté deteriorado porque lo pisé sin querer con mi zapato, pero aquí lo tiene". El regalo no era ni más ni menos que una caja en la que podía leerse "paquete muy frágil" y dentro contenía un puñado de excrementos de perro.

La publicación cuenta ya con casi 20.000 ‘likes’ y ha despertado un sinfín de comentarios. Los hechos han sucedido en Tarazona, una localidad de la provincia de Zaragoza en la que a buen seguro a partir de ahora saltarán chispas en la mediática comunidad.