“Me llamo Josefa Villanueva. Nací en Picassent (Valencia), pero a los 4 años me llevaron a Francia que es donde vivo. Busco a mi madre. No sé nada de ella desde 1971 cuando yo tenía 4 años. Se llama Trinidad Pérez Mejías y el domicilio que vivía era calle Pio XII numero 32. Ahora tiene 80 años. Pido que pregunten a sus mayores si la llegaron a conocer y supieran darme pistas de dónde puede estar. Gracias”.

Este es el mensaje que Josefa, junto a la única foto que tiene de su madre cuando se casó con su padre en 1961, ha publicado en un grupo de Facebook de Picassent en busca de alguna pista que le conduzca a su madre. Ella cree que está viva, al menos no ha encontrado ninguna partida de defunción ni ninguna otra pista que le diga lo contrario, y eso que la ha buscado. Este verano no dudó en venir a Picassent unos días junto a su pareja a ver si podía encontrar algo.

Acudí a la parroquia de Torrent donde sé que se casaron mis padres en abril de 1942 porque tengo la partida de matrimonio y no me pudieron decir nada. En Picassent también pregunté a vecinas del barrio, al consistorio, con ayuda de un vecino, pero tampoco pudimos encontrar ningún documento sobre mi madre”, explica Josefa, algo abatida desde Francia. “Mi hermana ya ha tirado la toalla pero yo aún mantengo algo de esperanza en que la voy a encontrar”, confiesa.

La única foto que Josefa guarda de su madre, el día de la boda con su padre. L-EMV

Y es que Josefa quiere preguntarle a su madre por qué no se fue con su hermana y con su padre a Francia. Según cuenta desde Montauban en Francia, sus padres, su hermana mayor Trinidad y ella vivían en Picassent en la calle Pio XII, número 32. Su padre, Gabriel Villanueva, se fue a trabajar a Francia y su madre se quedó en Picassent con ellas en casa de la hermana de su padre. Al ver que ya tenía trabajo estable en Francia, el padre volvió a Picassent a por las tres, pero no sabe por qué , solo se llevó a sus dos hijas y no a su madre.

“No sé porqué no vino a Francia. Mi padre no me quiere decir nada. Cuando le pregunto sobre ella se enfada y afirma que no quiere ni oír ni su nombre”. De hecho su padre se volvió a casar en Francia y Josefa se enteró de que esa mujer no era su madre biológica de casualidad. “Yo tenía unos 13 años y discutí con los hijos de una vecina que nos conocía de toda la vida y para chincharme me dijo que ni siquiera conocía a mi verdadera madre. Yo se lo dije a mi hermana Trinidad y fuimos corriendo a preguntárselo a mi padre, quien solo nos dijo que no quería saber nada de ella, confirmándonos que era verdad”, recuerda.

Descubrí a los 13 años que no era la hija de la mujer de mi padre cuando reñí con los hijos de una vecina y me dijeron que ni siquiera conocía a mi verdadera madre "

Josefa guarda como oro en paño la foto de su madre, junto a su partida de nacimiento donde aparece el nombre completo de su progenitora y su fecha de nacimiento, así como la partida de matrimonio. Son los únicos documentos que ha podido encontrar. “La foto la encontré entre las cosas que guardaba mi tía, la hermana de mi padre, cuando murió”, explica.

Su tía tampoco le contó nada de su madre. Sabe que tiene unas cuatro primas que viven entre Picassent y València, “pero no guardo relación con ellas y no sé exactamente donde están”. A las vecinas que viven por la zona donde residía de pequeña y que tienen la edad que tendría su madre ahora, unos 80 años, “también les pregunté cuando fui este verano a Picassent. La mayoría no la conocía y hubo alguna que me dijo que que si no me había contado nada mi familia, ellas tampoco”.

Pero es que es ese misterio precisamente el que hace a Josefa no desistir en la búsqueda. “Quiero saber qué pasó. Si está viva quiero saber si quiere conocerme y que me expliqué porqué nos dejó con mi padre y no hemos sabido nada de ella desde entonces. Aún guardo esperanza de que ese día llegará”, señala.