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COP27

Sharm el-Sheikh sopesa aplazar la creación de un fondo para pérdidas y daños de la crisis climática

El último borrador de los acuerdos de la cumbre del clima sugiere volver a discutir sobre esta iniciativa en la cumbre del año que viene, en Dubai

Entrada al centro de convenciones de Sharm El-Sheikh, donde se celebra la cumbre del clima COP27. Reuters

Tras una noche más de negociaciones a contrarreloj, Sharm el-Sheikh se dispone a aplazar hasta el año que viene la creación de un fondo para hacer frente a las pérdidas y daños que la crisis climática está provocando en el sur global. Según el último borrador publicado este sábado, la creación de este nuevo mecanismo económico para ayudar a las víctimas de los estragos climáticos empieza a andar ahora con la creación de un comité pero no se definirá en la cumbre del año que viene. En el encuentro de Dubai (COP28). La decisión definitiva todavía no está tomada. El último esbozo del acuerdo, publicado este mediodía, señala que la decisión final está todavía pendiente de las últimas negociaciones.

El documento publicado este sábado esboza la siguiente propuesta. El nuevo fondo estaría abierto a todos los países en vías de desarrollo. Todos los estados desarrollados deberían apoyar económicamente a la causa. Aún no está muy claro qué países entrarían en cada categoría pero, al menos sobre el papel, parece que las definiciones chocan con las propuestas planteadas hasta la fecha. Europa, por ejemplo, ha sugerido crear un fondo apoyado por todos los grandes emisores del globo (incluida China) y que esté especialmente enfocado a los países "más vulnerables" a la crisis climática.

La propuesta recogida en este último borrador también prevé la creación de un 'comité de transición' compuesto por 10 miembros de países desarrollados y 13 de países en vías de desarrollo (entre los que se incluirán representantes de África, Asia, Sudamérica, las islas en vías de desarrollo y países subdesarrollados). El trabajo de este grupo será avanzar en las negociaciones sobre la estructura y el funcionamiento de este mecanismo económico y presentar una propuesta concreta en la cumbre de Dubai. Entonces, una vez más, la decisión final se volverá a discutir entre todas las partes implicadas.

El texto lanza un llamamiento hasta ahora inédito y pide "reformar el sistema financiero" para lograr así la colaboración de los grandes bancos y entidades financieras. Esta última petición aparece justo al lado de un párrafo en el que se repite, una vez más, la preocupación y el reproche por no haber alcanzado la meta de los 100.000 millones de dólares anuales que los países desarrollados prometieron entregar al sur global para hacer frente a los desastres climáticos. 

Último borrador

El último gran esbozo sobre los acuerdos de Sharm el-Sheikh no incluye grandes novedades pero tampoco grandes retrocesos. Eso podría suponer un problema en un momento en que, según explican las partes implicadas, muy pocos (por no decir nadie) están contentos con el resultados. El texto publicado este mediodía todavía destaca entre paréntesis que hay elementos que siguen bajo debate. Sobre todo en el apartado dedicado a establecer un mecanismo para hacer frente a los estragos climáticos en el sur global, el gran tema que desde hace dos semanas protagoniza las discusiones de la cumbre del clima.

Más allá de este debate, el texto recoge una mención al último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) sobre la necesidad de recortar un 43% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 pero no detalla ninguna medida adicional para conseguirlo. Pide, eso sí, a los países que presenten nuevos planes de recortes en la cumbre de Dubai (que es, a grandes rasgos, lo mismo encargo que Glasgow dejó para Sharm el-Sheikh).

También repite el mismo discurso de la cumbre escocesa sobre la necesidad de "reducir gradualmente" el uso del carbón y dejar atrás los "subsidios ineficientes" a los combustibles fósiles. Lo mismo pasa con el metano. Se reitera la necesidad de "tomar más acciones" para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, con especial énfasis en el metano, pero no se detallan más medidas para conseguirlo.

Hay quien lee este último borrador como un epílogo de la cumbre de Glasgow. Y quien, por el contrario, lo define como un retroceso. Uno de los puntos más discutidos tiene que ver con los planes de reducción de emisiones. El texto de Sharm el-Sheikh mantiene el objetivo de limitar el calentamiento global por debajo de los 1,5 grados de media pero, a su vez, suaviza el lenguaje sobre la necesidad de aumentar la ambición de los programas de mitigación actuales (que, según apuntan los últimos análisis, conducirían a un aumento de la temperatura cercano a los 2,5 grados).

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