Sanidad

España sigue líder en trasplantes: la actividad recupera el ritmo de antes de la pandemia

En 2022 se produjeron 46,3 trasplantes por millón de habitantes, la tasa más alta del mundo

Médicos del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla realizan un trasplante.

Médicos del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla realizan un trasplante. / EP

Patricia Martín

El sistema sanitario español tiene muchas deficiencias, como ponen de manifiesto las huelgas y protestas de médicos que se están produciendo en buena parte de las autonomías. Pero en número de trasplantes, España es un país líder y que marca tendencias, con una tasa de 46,3 trasplantes por millón de habitantes, la mayor del mundo y muy por encima del índice de los países del entorno (cuadruplica el registro alemán y dobla el de Suecia, Francia o la media de la UE).

El número de donaciones se resistió durante la pandemia pero en 2022 se ha "recuperado la senda" de crecimiento que se registraba hasta marzo de 2020, con 5.383 trasplantes, lo que supone un aumento de la actividad del 13% y en todos los órganos, según ha destacado este jueves la ministra de Sanidad, Carolina Darias y la directora general de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domíngez-Gil, en la presentación de los datos correspondientes al año pasado. La cifra supone que cada día se realizan en torno a 15 trasplantes.

El liderazgo español se debe a varios motivos. En primer lugar, a la generosidad de la sociedad, dado que 8 de cada 10 familias en el difícil trance de perder a un ser querido autorizaron en el 2022 la donación de sus órganos, lo que permitió un crecimiento de donaciones del 15%, registro que prácticamente iguala el máximo histórico registrado en 2019. Destaca además que 355 personas donaron un riñón o parte de su hígado en vida y dos personas se sometieron a una intervención quirúrgica para donar riñones a desconocidos, lo que permitió dos cadenas de cinco donaciones por cada uno, un total de 10 personas beneficiadas. Es el efecto multiplicador de vida que trae consigo cada donación.

Perfil del donante

Además, el crecimiento tiene lugar cuando, progresivamente, está cambiado el perfil de donante, dado que con el incremento de la esperanza de vida, ahora la mitad de los donantes fallecidos tienen más de 60 años y el más longevo fue un fallecido con 90 años y pese a lo avanzado de la edad son trasplantes con "excelentes resultados y con la posibilidad de hacerlo en personas también de edad avanzada", según ha explicado la directora de la ONT.

También está cambiado el modo en que fallecen los donantes. Ahora hay menos accidentes de tráfico y muertes encefálicas de personas conectada a una uci, el perfil tradicional del donante, por lo que el reto ha sido conseguir la donación en asistolia: cuando se produce una parada cardiorespiratoria y los órganos dejan de recibir flujo sanguíneo y por ello pueden no ser viables para donaciones. Sin embargo, España ha conseguido ser uno de los pocos países del mundo que realizan esta técnica, hasta el punto de que cuatro de cada diez donaciones se produce ya en pacientes con parada cardiorespiratoria. Además, este tipo de donación ha pasado de ser exclusivamente renal a multiorgánica, gracias a la generalización de un innovador procedimiento de conservación de los órganos.

Covid y eutanasia

Asimismo, poco a poco se ha abierto la posibilidad de hacer donaciones de pacientes con covid. Salvo el pulmón, la evidencia científica ha revelado que el resto de órganos son válidos.. El año pasado se hicieron 180 trasplantes de 84 personas con PCR positiva. Y, la ley de eutanasia, que entró en vigor el verano pasado, también ha permitido un incremento de la actividad. Un total de 49 personas que solicitaron la ayuda para morir donaron sus órganos, que han ayudado a 135 pacientes.

Por comunidades, Cataluña ha batido su propio récords con 1.316 trasplantes, un 26,% más que en 2021, aunque teniendo en cuenta el número de habitantes las autonomías con mayores tasas son Cantabria, Navarra y Extremadura. Por último, un 25% de los trasplantes fueron con órganos de personas de otras comunidades y un 7% de los pacientes fueron trasplantados fuera de su autonomía, lo que demuestra que la interconexión del sistema sanitario, que falla en otros niveles, en las donaciones funciona.

La elevada actividad no debe confundir en torno a las necesidades: persiste un importante número de pacientes en lista de espera. En concreto, a 31 de diciembre, había 4.746 enfermos a la espera de un órgano, 66 niños. Un cómputo global similar al de 2021.