Por qué no deberías enjuagar los platos antes de meterlos en el lavavajillas

Al margen del ahorro en consumo de agua, con el consiguiente beneficio económico y medioambiental, existen otras razones

F. Aznar

Arañar unos minutos a las tareas del hogar es una misión obligada para realizar otras tareas más satisfactorias, o sencillamente útil para realizar otras labores de limpieza y organización de la casa. Uno de los electrodomésticos que más facilitan el día a día es sin duda el lavavajillas. De hecho, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), más de la mitad de los hogares españoles tienen un lavavajillas en su cocina.

Sin embargo, usar un lavavajillas a diario no tiene por qué significar que lo hagamos bien. Uno de los falsos mitos arraigados hasta la fecha es el de enjuagar los platos antes de meterlos en el lavavajillas. Otro, el de usar vinagre para sustituir al abrillantador. En la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se han propuesto acabar con estas creencias.

En primer lugar, no es más eficaz lavar los platos a mano que en lavavajillas. El lavavajillas garantiza una óptima acción desinfectante gracias a las temperaturas que alcanza, que rondan los 50°- 65°, mucho más que en el fregadero. Además en el lavado a mano se gasta bastante más cantidad de agua: el lavavajillas usa entre 10 y 16 litros. Y si nos limitamos a un lavado rápido, puede que los platos no queden bien limpios. Cuando se lava a mano, lo más importante es frotar bien, mientras que en el lavavajillas todos los factores que influyen (tiempo, acción mecánica, acción química del detergente, temperatura…) están más equilibrados.

Enjuagar los platos antes

Esta práctica habitual está completamente desaconsejada. Para poder limpiar, los detergentes necesitan suciedad. Si los platos ya están (casi) limpios, las enzimas del jabón rendirán menos, sin contar con que ese prelavado supone un gasto de agua innecesario. Si quieres eliminar los restos sólidos de comida, es mejor usar una esponja húmeda o servilletas de papel usadas…

Una de las razones para no enchufar el lavavajillas es pensar que se consume más agua que fregando a mano. Falso. Un estudio del Canal de Isabel II pone de manifiesto que utilizando el lavavajillas se logra un ahorro de 30,6 litros de agua diarios frente al lavado a mano, de los cuales 27,4 litros por día son de agua caliente.

Más mitos: Llenar hasta los topes el lavavajillas para ahorrar. Es cierto que hay que aprovechar la capacidad del electrodoméstico, pero sin amontonar las piezas, porque no quedarán bien lavadas y tendrás que volver a fregar algunas, con el consiguiente gasto. Puede ocurrir que tengas algunos platos sucios pero no tantos como para llenarlo. Si no te viene bien esperar, comprueba si tu lavavajillas tiene un programa de media carga que permiten ahorrar algo.

También hay que tener en cuenta que no todo el menaje puede ser lavado en lavavajillas. Hay algunos tipos de vajilla que no se pueden lavar a máquina porque resultarían dañados por las altas temperaturas. Hay que lavar a mano: las vajillas pintadas a mano, las que tengan decoraciones de metal o el vidrio soplado. Y también los recipientes de plástico que no estén adaptados, los utensilios de madera, hojalata o las cazuelas de hierro fundido.

Por último, tampoco hay que poner más lavavajillas del indicado. El principio básico de eficiencia de un lavavajillas es ponerlo en marcha cuando esté completamente cargado, con la cantidad justa de detergente. La dosis adecuada de detergente ayuda a aprovechar al máximo su potencial. Si no estás contento con cómo deja tus platos el detergente actual, prueba a cambiar de detergente.

Y por último, tener claro que el vinagre no sustituye al abrillantador. El vinagre es un ácido, y a la larga, recurrir a este producto podría dañar al lavavajillas y a la propia vajilla. Su acción no es comparable a la del abrillantador, pues no es capaz de poner en la superficie de la vajilla esa pátina que hace resbalar el agua. Muchos detergentes Todo en 1 incluyen abrillantador, aunque según nuestros ensayos la cantidad proporcionada no es suficiente. Por eso añade abrillantador en cada ciclo de lavado.