Cómo quitar el moho de la ducha: los mejores trucos para que nunca vuelva

El moho negro que impregna la silicona de tu bañera tendrá los días contados si aplicas estos sencillos trucos

Para que las bañeras se queden como los chorros del oro solo tienes que tener en cuenta estos consejos.

Para que las bañeras se queden como los chorros del oro solo tienes que tener en cuenta estos consejos.

F. Aznar

Gel, champú, acondicionador… la bañera está asociada a una serie de conceptos entre los que aparece uno indeseado: el moho negro que aparece por las humedades. Retirar este indeseable inquilino no siempre es fácil, pero a continuación lanzaremos algunos consejos para eliminarlo de forma definitiva. Para ello solo necesitas dos ingredientes: bicarbonato de sodio y amoniaco o lejía. Todos ellos están en cualquier droguería y supermercado y su precio es bastante económico.

Con el paso del tiempo es lógico el deterioro de algunos habitáculos del hogar, y en especial los afectados por la presencia continua de agua y cal. Hablamos del cuarto de baño, en la que inevitablemente aparecen humedades, moho y suciedad tanto en la bañera como en las cortinas, alfombrillas, silicona o azulejos

Al margen de la cuestión estética, la eliminación de estas humedades es también un tema de salud de salud. Para evitar su aparición es clave realizar una limpieza frecuente, de mínimo una vez a la semana. Si notas que aún limpiando los azulejos, hay moho en las paredes y la bañera, puede ser un problema provocado por la falta de ventilación.

Para evitar la aparición de humedad y, por consiguiente, del moho, es fundamental ventilar el cuarto de baño a diario y después de cada ducha. La razón es muy simple: cuando nos duchamos el aire se condensa. Si la condensación no se libera se acaba asentando en las paredes, techos y muebles del baño, lo cual propia la aparición de moho, hongos y otras bacterias.

Con estos tres eficaces trucos dejarás las juntas de tu baño impecables y podrás disfrutar de tu zona de spa y relax sin suciedad. El primero se trata de una mezcla de agua con un buen chorro de amoníaco. Se vierte la mezcla sobre la zona afectada y se deja actuar un cuarto de hora. Luego se limpia. El segundo truco contra el moho negro consiste en usar lejía. Mézclalo con agua y, una vez disuelto, aplícalo en las zonas afectadas con un paño húmedo.

El tercero es una mezcla de vinagre blanco y bicarbonato de sodio. En un bote o una botella disuelve un 1/4 de agua tibia con 3/4 de vinagre blanco y dos cucharadas de bicarbonato. Agita con fuerza para que todos los ingredientes se mezclen bien y viértelo sobre las manchas de moho dejando actuar media hora. Transcurrido ese tiempo, frota con un cepillo hasta comprobar que las zonas oscuras han desaparecido.

Prevenir antes de curar

Para actuar con antelación a que aparezca el indeseado moho es recomendable ventilar, secar la bañera después de cada baño y limpiar las zonas con silicona con productos antimoho. También puedes usar silicona antimoho y puedes frotar la zona afectada con una esponja impregnada en amoniaco. Si, por el contrario, tu problema se encuentra en las tuberías, la lejía se convertirá en tu gran aliada para desatascarlas y dejarlas libres de moho. Basta con verter un chorro por el desagüe y dejar actuar durante 1 hora.