Manual para entender las notas del cole

Con la Lomloe cambian las calificaciones de una nota numérica del cero al diez a otra de insuficiente a sobresaliente

Un aula de un colegio de Primaria.

Un aula de un colegio de Primaria.

Gonzalo Sánchez

Adiós a las notas del uno al diez. Es una de las grandes novedades de la nueva ley educativa (Lomloe), que ha traído polémica por su rápida implantación y que ha cogido a muchos profesores fuera de juego. Las calificaciones han cambiado este años en todos los cursos impares, y el año que viene lo harán en los cursos pares.

Pero no solo han cambiado la forma de evaluar, sino la manera de informar a los padres y madres. Ahora se trata de notas alfanuméricas, más centradas en el rendimiento y capacidades de los alumnos que en un número, y mucho más llenas de matices individuales. Las calificaciones han cambiado completamente.

Ahora mismo, cualquier boletín escolar se resume solo en cinco valores: insuficiente (menos de 5), suficiente (un 5), bien (6), notable (7 y 8) y sobresaliente (9). "Más o menos esas serían las equivalencias respecto a las notas numéricas que teníamos el año pasado", explica José Leopoldo Silvestre, director del IES de Benimámet.

Estas calificaciones solo se encuentran este año en los cursos impares, tanto en primaria como en secundaria, y el año que viene pasarán a los cursos pares. Es decir, en este curso 2022-23 conviven las notas alfanuméricas y numéricas, y los profesores evalúan con una baremación u otra en función del curso.

Lo más importante de las nuevas notas y en lo que los padres deberían fijarse, según Silvestre, es el comentario que viene incluido en el lado derecho, que ha pasado a ser obligatorio en todos los boletines. "Con las notas numéricas era optativo ponerlo, pero pocas veces se hacía", comenta Silvestre.

Es en este comentario donde se destacan "los valores fuertes del alumno o alumna pero también sus debilidades para que los padres sepan cómo atajar las posibles dificultades que tengan". Es importante ya que "no es lo mismo un suficiente y que el comentario te diga que el alumno está viviendo de rentas o que se ha estado esforzando mucho y no se le ha puesto un bien por un trabajo. Lo más importante es indicar lo que se tiene que mejorar", indica el docente.

Aunque estas calificaciones puedan parecer novedosas -de hecho se están implementando en el resto de países de Europa- recuerdan mucho a las que ya se estilaban en la EGB, donde había seis calificaciones (muy deficiente, insuficiente, suficiente, bien, notable y sobresaliente).

Notas imprecisas

Para Silvestre, el hecho de que las notas sean alfanuméricas, tiene aspectos negativos y positivos. Para empezar "que solo exista el insuficiente es algo bastante impreciso, porque no es igual el alumno que no ha hecho nada y tiene un uno y el que por un trabajo no ha llegado al cinco de media y tiene un cuatro y pico", explica.

Lo mismo ocurre en los casos de notable. "Al final estas notas igualan al alumno que tiene un 6,8 y le hemos redondeado a siete, y al que tiene un ocho y pico pero no llega al sobresaliente por cualquier cosa. Hablamos de casi dos puntos de diferencia, es mucho", critica.

Esto puede afectar, y mucho, a la hora de buscar un ciclo formativo o entrar a un bachillerato determinado, ya que las equivalencias en las notas serán las mismas en estos casos, pese a que un alumno ha rendido mejor. "Creo que las notas numéricas son más precisas y dan más información", matiza el director de IES.

En Bachillerato, en cambio, las notas son una especie de punto medio entre las anteriores y las nuevas. Ya que la calificación media influye mucho en la carrera que se va a escoger, la nota es numérica, pero también cuenta con el comentario personalizado de las nuevas calificaciones de este años, por el momento solo en primero.

"Particularmente me gusta más la nota numérica porque valora con más precisión lo que se ha hecho. No es lo mismo un uno que un cuatro que un siete o un ocho. Y a efectos de la nota media que le sirve de acceso a ciclos formativos sí que se le calcula igual", denuncia. Y esta nota es muy importante, ya que significa el 50 % del expediente académico. "Un alumno con todo ochos y otro con todo sietes se coloca al mismo nivel: notable 7.5".

Números fríos

A todo esto hay que sumar otra de las novedades, y es que ya no hay evaluación extraordinaria. "La nota es la que hay y no tenemos posibilidad de cambio". Pese a todo, las calificaciones actuales también tienen aspectos positivos, por ejemplo, "creo que los números solo al final son algo muy frío, que no da tantísima información. Incorporar un comentario al lado de la nota, explicando lo que le cuesta más y menos al alumno, adecuado a cada uno, es algo mucho mejor", explica.

Por otra parte "con esto las notas son más limpias por decirlo de alguna forma. No hay esa acritud de poner un uno a un alumno porque no trabaja, tiene un insuficiente y ya está. Pero claro, un alumno que tenga todo insuficientes puede ser porque no ha hecho nada, o al contrario, porque va justito", asegura.

Para Silvestre "hay muchos padres mareados con esto". "Muchos ven el comentario y no lo consideran una nota, pero lo realmente importante está ahí, es lo que tienen que saber. Si te dicen que tu hijo tiene dificultades en uno u otro punto, ese matiz es lo más importante", subraya.