EXPERTOS

¿Cuál es la mayor amenaza para una próxima pandemia?

El virus Nipah, zika, dengue, Marburgo y ciertos hongos, entre los “sospechosos habituales”

Veterinarios analizan un pato para comprobar si está infectado de gripe aviar.

Veterinarios analizan un pato para comprobar si está infectado de gripe aviar. / FÉLIX ORDÓÑEZ

Rafa López

Hace hoy exactamente tres años, FARO, del grupo Prensa Ibérica, informaba del primer caso grave de coronavirus en Galicia y de la segunda muerte en España. “El virus no circula, de momento, por la comunidad”, decía entonces el Sergas. Seis días después, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaraba la pandemia de COVID-19, que ha causado al menos 6,8 millones de muertos en el mundo, 119.479 en España y 4.080 en Galicia. El mundo ha aprendido por las malas lo que significa una pandemia en el siglo XXI, y el enorme peaje en vidas humanas, enfermedad, sufrimiento y dinero que se paga si se carece de preparación para una crisis de salud pública de tal magnitud. Por eso cabe preguntarse cuál es la mayor amenaza para una próxima pandemia, y la respuesta de los expertos es la gripe aviar H5N1.

“Antes de que COVID estuviera en el radar, este era el virus que todos estábamos observando muy de cerca” –ha dicho la viróloga estadounidense Wendy Blay Puryear al periódico “The Guardian”–. Existe la preocupación de que tenga potencial pandémico”. “Muchos éramos de la opinión de que la próxima gran pandemia del siglo XXI sería de gripe, pero nos adelantó el coronavirus SARS-CoV-2 por la derecha”, explica en su blog el microbiólogo navarro Ignacio López-Goñi. La gripe era la candidata número uno para causar una pandemia antes de la irrupción del SARS-CoV-2, y varios países, incluido España, habían elaborado planes de pandemia de gripe. Ahora vuelve a estar en el punto de mira, sobre todo después de la proliferación de casos en mamíferos.

El virus de la gripe más preocupante es la gripe A tipo H5N1 (clado 2.3.4.4b), una variante muy virulenta detectada en 2020 en aves silvestres, marinas y de granja: gaviotas, patos, gansos, gallinas, pelícanos, cisnes, buitres, águilas, búhos, cuervos...

La transmisión de esa gripe aviar a los mamíferos llevó en febrero a la OMS a precisar que, si bien el riesgo para los humanos actualmente sigue siendo bajo, no se puede dar por sentado que seguirá siendo así. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que los casos de influenza aviar en visones, nutrias, zorros y leones marinos deben ser vigilados de cerca. “Por el momento, la OMS evalúa el riesgo para los humanos como bajo”, dijo. Añadió que desde la aparición del virus H5N1 en 1996 solo ha habido transmisión “rara y no sostenida” hacia y entre humanos.

La mayor señal de alarma fue el brote registrado en octubre del pasado año en una granja de visones de Carral (A Coruña), infectados probablemente por gaviotas o alcatraces. Cerca de 52.000 animales tuvieron que ser sacrificados. El estudio de este brote, del que informó FARO el pasado 21 de enero, reveló que el virus de la gripe H5N1 altamente patógeno que infectó a los visones contenía una mutación muy inusual asociada con la adaptación del virus a mamíferos. La rápida detección del brote en la explotación –que tomaba medidas estrictas contra el COVID– y el hecho de que los operarios llevasen mascarillas evitaron un susto mayor.

“Lo más preocupante fue el brote en una granja de pieles española entre visones –apunta en su blog el virólogo Thomas Peacock, del Imperial College de Londres–. Los visones están estrechamente relacionados con los hurones, que se sabe que son inusualmente similares a los humanos en su susceptibilidad a los virus de la gripe y su capacidad para seleccionar las mutaciones de la gripe que están asociadas con la transmisión humana. De hecho, al menos dos tipos de mutaciones asociadas con la adaptación de los mamíferos estaban presentes en el virus H5N1 de los visones”, añade.

‘Increíblemente preocupante’: el brote de gripe aviar en una granja de visones española desencadena temores de pandemia”, tituló la prestigiosa revista “Science”, nada proclive al sensacionalismo. Los visones se sumaban a los cerdos como posibles “cocteleras víricas” en las que los virus de la gripe pueden evolucionar, combinarse y adaptarse a los humanos, algo que (aún) no ha ocurrido.

Más recientemente ha habido brotes masivos de H5N1 en focas y leones marinos en Escocia y en Perú. Este país sudamericano ha notificado la muerte de 3.492 lobos marinos y 63.000 aves por gripe aviar. “Todo esto sugiere que ha habido ya transmisión del virus H5N1 en esas poblaciones de mamíferos. No solo un salto esporádico de aves a mamíferos, sino transmisión sostenida entre esos animales”, detalla en su blog MicroBIO López-Goñi, catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra.

En cuanto a los humanos, el 24 de febrero se reportó a la OMS la infección en una mujer en la región china de Jiangsu. Se trataba del clado 2.3.4.4b, el que circula en aves por todo el mundo. El pasado 24 de febrero se informó de la muerte de una niña por gripe aviar en Camboya. Sin embargo, luego se determinó que no portaba la citada variante que causa la muerte masiva de aves en todo el mundo, sino del clado 2.3.2.1c, endémico en ese país asiático.

En cualquier caso, todas las variantes de la gripe aviar N5H1 que están circulando actualmente en distintas especies de animales presentan cierto potencial pandémico, según dijo el pasado viernes una especialista de la Organización Mundial de la Salud. “Todas presentan cierto nivel potencial de causar una emergencia de salud pública”, señaló la responsable del Programa Mundial de Influenza de la OMS. “Tenemos que mantenernos alerta y evaluar el riesgo. No sabemos qué variante saltará y causará la próxima pandemia. Por el momento tenemos que mantenernos vigilantes”, declaró la misma fuente de la OMS.

Desde 2003 se han producido 864 casos de gripe aviar H5N1 en humanos, con un saldo de 456 muertes. Es decir, la letalidad ha superado el 50%. Sin embargo, muchos expertos prevén que la letalidad será mucho menor si el virus se volviera más transmisible. Una de las razones por las que la gripe aviar es tan letal es que infecta las vías respiratorias inferiores (pulmones), lo que puede provocar insuficiencia respiratoria. Si tuviera que mutar para infectar el tracto respiratorio superior (garganta, nariz) y propagarse más fácilmente, probablemente causaría una enfermedad más leve. Con todo, incluso un virus que causa una enfermedad leve o moderada en un elevadísimo número de personas tiene consecuencias graves, como hemos visto con el SARS-CoV-2.

¿Es una pandemia inevitable? Para el virólogo británico Thomas Peacock, esta es aún una cuestión abierta. Subraya el hecho de la ausencia de infecciones humanas en esta panzootia (pandemia en animales), al menos hasta ahora, lo que traslada “una pequeña tranquilidad en comparación con principios de la década de 2000”. “En la actualidad –recuerda el investigador–, solo se han registrado cuatro casos (y ninguna muerte) en Europa y América durante este brote, en contraste con los cientos de casos y muertes registrados hace dos décadas”.

Peacock añade que también está en cuestión si las mutaciones y adaptaciones que esta de gripe aviar H5N1 necesitaría para adquirir para la transmisión de persona a persona serían suficientes para provocar una pandemia, o si es probable que ocurran estas mutaciones. “Casi cualquier respuesta está todavía sobre la mesa, desde que es imposible hasta casi inevitable (y es probable que puedas encontrar en la comunidad científica defensores para ambos extremos de ese espectro)”, reflexiona.

Como han apuntado otros expertos, y nos ha enseñado la pandemia de COVID, Peacock recomienda hacer acopio de vacunas y considerar la vacunación de aves de corral, como ya baraja la Unión Europea. El pediatra e investigador gallego Federico Martinón, reconocido experto en vacunas, ha sugerido en su cuenta de Twitter introducir la cepa H5N1 en la próxima vacuna de la gripe estacional, y así “comenzar a preparar nuestro sistema inmune para lo que pueda venir”.

“Precisamente por tener tan reciente una pandemia, es extremadamente improbable que la gripe aviar provoque otra pandemia del estilo de la de 1918. Pero la probabilidad no es cero”, opina la inmunóloga Matlide Cañelles en su blog “Pensando Ciencia”. Como apunta Thomas Peacock, el virus se seguirá extendiendo y aumentarán las “tiradas de dados” para que acumule los cambios necesarios para adaptarse a los humanos. “Parece prudente esperar lo mejor pero prepararse para lo peor”, sentencia el virólogo.

Otros patógenos candidatos a dar el salto... mortal

Además de la gripe aviar H5N1 y otros tipos de influenza, ¿qué patógenos tienen potencial para causar una próxima pandemia?

Para la viróloga veterinaria Elisa Pérez Ramírez, el virus Nipah “sigue bien arriba en la lista de potenciales virus pandémicos”. Para esta investigadora del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-INIA-CSIC), el virus Nipah es un “ejemplo paradigmático de patógeno zoonótico emergente”. En 1999 causó en Malasia un brote con un 70% de mortalidad, y casi 25 años después sigue sin haber vacuna. El brote inspiró la película “Contagio” (2011), de Steven Soderbergh. Según la información de la OMS, el Nipah es un virus zoonótico (se transmite de animales a humanos) y también puede transmitirse a través de alimentos contaminados o directamente entre personas. En las personas infectadas, provoca una variedad de enfermedades, desde infecciones asintomáticas (subclínicas) hasta enfermedades respiratorias agudas y encefalitis mortal. El virus también puede causar enfermedades graves en animales como los cerdos, lo que genera pérdidas económicas significativas para los agricultores.

Los patógenos transmitidos por insectos, como el zika y el dengue, podrían desencadenar la próxima pandemia, según advirtió la OMS el pasado año. Hay signos de que el riesgo que representan está aumentando, por la generalización de los viajes en el mundo globalizado y el cambio climático, que permite a los insectos colonizar lugares donde antes no podían sobrevivir. En la lista de prioridades de la OMS están los arbovirus, un grupo de patógenos que incluye al dengue, el zika, la fiebre amarilla y el chikungunya, que se transmiten por artrópodos como mosquitos y garrapatas.

En Bolivia, por ejemplo, se reportaron el pasado viernes más de 11.000 casos de dengue, que se han cobrado la vida de 33 personas, en su mayoría niños, según informa “The Telegraph”. Varias regiones, incluidas Santa Cruz y La Paz, están en alerta epidemiológica.

La fiebre hemorrágica del dengue, la forma grave de la enfermedad –que puede provocar insuficiencia orgánica, hemorragia interna y muerte–, se ha cuadruplicado en los últimos 30 años, infectando a 400 millones de personas al año. Propagado por el mosquito Aedes aegypti, que también transmite la fiebre amarilla, el zika y el chikungunya, el virus del dengue mata a 20.000 personas al año en todo el mundo.

Esta semana se han detectado en España dos casos de dengue, en turistas alemanes que estuvieron en Ibiza. El Ministerio de Sanidad está monitorizando estos casos con origen en la isla balear para poder “anticiparse” a la situación, afirmó el pasado jueves la ministra Carolina Darias.

Otro virus que nos ha tocado cerca es el virus Marburgo, pariente del ébola. Hubo una sospecha de caso en Valencia. Las primeras pruebas dieron negativo, aunque “será necesario realizar nuevos análisis para descartar definitivamente el posible caso”, señala en un artículo en “The Conversation” Raúl Rivas González, catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca, que califica el Marburgo como “una amenaza cercana, real y mortal”.

El pasado 13 de febrero, Guinea Ecuatorial, antigua colonia española, confirmó el primer brote de la enfermedad del virus de Marburgo en la historia del país. Hasta el momento han sido notificadas 9 muertes y 16 casos sospechosos con síntomas que incluyen fiebre, fatiga y vómito y diarrea con sangre. Como apunta Rivas, el virus de Marburgo provoca “una fiebre hemorrágica rara pero grave y con una alta tasa de letalidad (entre el 24% y el 90% en los brotes recientes), lo que lo convierte en uno de los patógenos más peligrosos conocidos”. Se transmite de persona a persona por contacto con sangre, secreciones, fluidos corporales y tejidos de personas infectadas o cadáveres. No hay vacuna ni tratamiento aprobado.

Por último, traídos a la actualidad por la serie de ciencia ficción “The Last of Us”, están los hongos. La OMS maneja una lista de estos organismos especialmente peligrosos. Juan Carlos Argüelles, profesor de Microbiología de la Universidad de Murcia, destaca los géneros Candida, Aspergillus, Cryptococcus, Histoplama, Blastomyces y Coccidioides. Más en concreto, el microbiólogo destaca el Candida albicans, hongo catalogado como la cuarta causa de infecciones sistémicas diseminadas por el torrente sanguíneo, y especialmente el Candida auris: los Centros para el Control de Infecciones y Enfermedades (CDC) de Estados Unidos lo consideran una “amenaza urgente” por su resistencia inusual a los tratamientos. “Presenta baja susceptibilidad a los desinfectantes sanitarios habituales, se puede contagiar desde equipamiento e instrumental hospitalario (fómites) y es fácilmente transmisible entre personas”, subraya el microbiólogo en “The Conversation”.

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