Las razones por las que no debes tirar los restos de café

Puede ser un gran aliado de limpieza

Estas son las razones por las que no debes tirar los restos de café.

C. Jiménez

El café puede ser un ritual cada mañana, ya que puede ayudar a conseguir la energía que necesitamos para afrontar el día. Además, actualmente existen miles de recetas y formas de hacer cafés de formas originales, que siempre le van a sumar un extra de gusto a la costumbre de cada mañana. En las redes sociales abundan las fotos bonitas de cafés, con el atardecer de fondo, en una cafetería con un pastel al lado, o mientras se lee un libro. Además, es muy fácil encontrar en ellas diferentes formas de prepararlo.

Aunque los efectos de la cafeína son temporales, el subidón de energía o incluso el nerviosismo, tiene muchos beneficios naturales. Eso sí, siempre y cuando no se consuma en exceso. La cantidad que se debe consumir cada día debe ser inferior a los 300 miligramos, y aporta a nuestro cuerpo múltiples mejoras. El aumento del metabolismo basal y la protección del cerebro y prevención de las enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer son algunos de los beneficios. Además, mejora el estado de ánimo. Sin embargo, un consumo superior al recomendado puede provocar dolores de cabeza, mareos o insomnio.

Pero, además, de las maravillas que aporta al cuerpo humano, también puede ser provechoso para la limpieza. El café se suma al vinagre y al bicarbonato, que son algunos de los productos estrella para la limpieza. Hay cosas a las que se les puede sacar brillo gracias a los restos de café, y también ayuda a neutralizar olores.

Las manchas de las mesas también se pueden eliminar con café.

Las manchas de las mesas también se pueden eliminar con café.

Cómo usar el café para limpiar

Las sartenes y ollas pueden tener trozos de grasa difíciles de eliminar. Para limpiarla, puedes llenarlas de agua y calentarlas. Después, se vacían. Con un estropajo y con el café, se frota con movimientos circulares para que raspe la suciedad.

Para neutralizar el mal olor, se puede introducir en un bote o en una bolsita el café molido sin usar. Esto, metido en un armario, elimina el mal olor. También se puede usar en espacios más grandes o en el inodoro, en este caso con agua y con los posos.

Se pueden limpiar las tuberías con el café molido, y ayuda a desengancharlas para que el agua vuelva a absorberse con normalidad. Además, ayuda a repeler las hormigas.

También sirve para disimular las manchas de los muebles, ya que, si los posos se esparcen sobre la superficie de madera, puede teñir el material para que no se vean las manchas.