Las lavadoras son una herramienta muy útil en el hogar, ya que permiten ahorrar tiempo y esfuerzo en comparación con el lavado manual. Además, ofrecen una limpieza más eficiente y uniforme de la ropa. Sin embargo, es habitual cometer una serie de errores a la hora de utilizar este electrodoméstico.
Uno de los principales fallos a la hora de poner la lavadora está en no clasificar la ropa según su tipo, color y nivel de suciedad. Otro error frecuente es el de no leer las etiquetas de las prendas, puesto que existen tipos de ropa que requieren ser lavados a mano o con un ciclo suave, mientras otros piden agua fría y no caliente.
Sobrecargar la lavadora es otro de los errores más comunes. No hay que llenar en exceso este electrodoméstico, puesto que puede dificultar que la ropa se limpie adecuadamente y aumentar el desgaste de la máquina.
Aviso de la OCU
Según confirma la propia Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los fabricantes recomiendan llenar la lavadora solo hasta el 80% de su capacidad máxima para que la ropa tenga suficiente espacio para moverse y el agua pueda circular por el interior del tambor durante el ciclo de lavado.
También es importante que la colada quede bien repartida en el tambor: si pones mucha ropa pesada en una zona, como colchas o toallas de baño, el tambor se puede desequilibrar al moverse. Notarás mucho ruido durante el lavado y en el centrifugado, y puedes llegar a ocasionar una avería en tu lavadora.
El tercer error que podemos comentar es el de no utilizar la cantidad adecuada de detergente. Hay que consultar las instrucciones del fabricante del detergente para no pasarte ni quedarte corto. Usar demasiado detergente puede dejar residuos en la ropa y en la lavadora, mientras que usar muy poco puede no limpiar la ropa de manera efectiva.
Hay que tener en cuenta también el tipo de ropa que introducimos en la lavadora para cuidar las prendas delicadas como lencería o ropa interior. Para asegurarte de su conservación puedes introducir estas prendas en una bolsa de lavado especial, lo que permitirá que se dañen o enreden con otros artículos.
Por último, para una correcta conservación de la lavadora tenemos que tener en cuenta también que es importante limpiarla regularmente. Esto permitirá evitar la acumulación de suciedad, moho o malos olores. Consulta el manual de instrucciones de tu lavadora para obtener información específica sobre cómo limpiarla adecuadamente.