Candidatura

¡La sidra ya es mundial! Examen aprobado (y con nota) para ser Patrimonio de la Humanidad

El Comité de Evaluación "recomienda" que la declaración se haga oficial en la convención que se celebrará del 2 al 7 de diciembre en Paraguay 

El informe oficial reconoce la bebida como "símbolo de identidad" y valora que haya generado "una amplia comunidad de preservación cultural"

La sidra ya es mundial.

La sidra ya es mundial.

José A. Ordóñez

Oviedo

El paso definitivo. La candidatura de la cultura asturiana de la sidra ha pasado el examen técnico de la Unesco para convertirse en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y queda únicamente pendiente de la ratificación oficial, que se producirá dentro de un mes en Asunción (Paraguay). El denominado Órgano de Evaluación encargado de analizar las diferentes propuestas presentadas por países de todo el mundo estima en un informe emitido el pasado lunes que la bebida asturiana "cumple los criterios de inscripción en la lista representativa" y, en consecuencia, recomienda a los miembros del Comité Intergubernamental de Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial que se reunirán en la capital paraguaya del 2 al 7 de diciembre que hagan efectiva esa inclusión. Es algo que puede darse por hecho, a la vista del documento positivo emitido por los técnicos, que no ponen pega alguna a la documentación remitida por el Principado a través del Gobierno de España.

El Órgano de Evaluación que ha analizado y dado luz verde a la candidatura de la cultura sidrera está compuesto por doce miembros designados por el comité intergubernamental, seis expertos competentes en diversos ámbitos del Patrimonio Cultural Inmaterial, representantes de los Estados que no forman parte del Comité y seis organizaciones no gubernamentales. Todo ello con una representación geográfica equitativa. En la documentación que ya está a disposición de los miembros de la Unesco que participarán en la cita de Asunción, estos especialistas valoran especialmente que la sidra asturiana suponga "una amplia comunidad de preservación cultural, en la que se encuentran productores y agricultores" y en la que "los conocimientos y las habilidades se transmiten de manera informal dentro de las familias".

Además, subrayan que "la introducción al servicio y degustación de la sidra se realiza tradicionalmente mediante la imitación y la transmisión oral", remarcando que los conocimientos en la materia se centren en aspectos tales como "el suelo, las condiciones climáticas, la selección de las variedades locales de manzanas y las particularidades de la molienda, el prensado y la fermentación de los mostos". Además, los evaluadores tienen muy en cuenta que alrededor de la sidra asturiana se hayan desarrollado "diversas funciones sociales y significados culturales, incluidos vínculos con la cocina local, prácticas de socialización, producción sostenible y preservación de paisajes rurales".

Entre los argumentos esgrimidos para justificar este reconocimiento, los expertos reunidos por la Unesco dan gran valor al hecho de que la sidra asturiana "promueve la sostenibilidad medioambiental a través del cultivo responsable de manzanas, las prácticas agrícolas sostenibles y los envases reutilizables". "También promueve la cohesión social y la igualdad de género a través de su presencia en eventos comunitarios y celebraciones tradicionales que incluyen a todos los miembros de la sociedad", añade el documento.

Otro aspecto que ha sido muy bien acogido es que la solicitud de inclusión de la cultura de la sidra en la lista representativa del Patrimonio Inmaterial provenga del propio sector, "a través de las organizaciones que integran el consejo regulador de la Denominación de Origen Protegida Sidra de Asturias". "La preparación de la candidatura contó con el apoyo y la coordinación de los embajadores de la cultura de la sidra asturiana, que contribuyeron a la difusión de la candidatura en la región, trabajaron con las autoridades locales para promover la solicitud y proporcionaron cartas de apoyo que se incluyen en el expediente de la solicitud", destacan desde el Órgano de Evaluación.

La Unesco reconoce a la sidra que sea un "símbolo de identidad local, obtenido mediante la fermentación del mosto de variedades de manzanas locales". "En Asturias, el sabor de la sidra se considera la encarnación de la relación entre las comunidades rurales y su entorno", explican los técnicos que han analizado la candidatura, destacando también como "los manzanos son un elemento característico del paisaje asturiano" o que la sidra "ocupa un lugar importante en las prácticas culturales y en el vocabulario popular asturiano", estando "muy presente en espacios sociales como sidrerías, merenderos, chigres y viviendas particulares". De igual forma, ha sido tenido en cuenta que "los conocimientos y habilidades asociados con el cultivo y la producción de manzanas se transmiten dentro de las familias, lo que incluye el conocimiento del suelo y las condiciones climáticas de las parcelas, la elección de las variedades locales de manzanas y los detalles de prensado y fermentación del mosto". "También forma parte integral de la gastronomía local y de eventos y fiestas tradicionales como romerías, concursos, amagüestos y espichas", detallan los evaluadores de la Unesco.

Impulsada por Luis Benito García, director de la Cátedra de la Sidra de la Universidad de Oviedo, la candidatura fue preparada por un grupo de trabajo creado por el Principado y del que formaron parte representantes de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Sidra de Asturias, antropólogos, historiadores y estudiosos del sector. La propuesta traslado con éxito a la Unesco que la sociedad asturiana supone una "comunidad de preservación cultural" para la sidra, resaltando, en este sentido, la gran labor que vienen desarrollando desde hace décadas los centros asturianos repartidos por todo el mundo. "En ellos sobreviven prácticas culturales típicamente asturianas ligadas a los emigrantes de esta región y a sus descendientes", subraya la candidatura, en la que se incluyeron una selección de fotografías sobre los procesos de elaboración de la sidra o una grabación de Luis Benito García en la que se da cuenta de los méritos contraídos por la cultura de la sidra a lo largo de los siglos para hacerse acreedora al reconocimiento de la Unesco.

La candidatura también logra que se tenga en cuenta el hecho de que la "importancia cultural" de la bebida "se refleje en su inserción en las prácticas culturales y en el vocabulario popular, que comprende todos los aspectos relacionados con el mundo de la sidra, sin olvidar la manera típica e icónica con que se sirve", en relación al rito del escanciado. Subraya, en el mismo sentido, que la costumbre de compartir los vasos demuestra "la dimensión de convivencia y socialización que caracteriza a la cultura sidrera". Además, Asturias también planteó a la Unesco que el proceso de elaboración de la candidatura haya sido "participativo", con la "implicación de toda la comunidad ligada a la preservación cultural, entendida como el conjunto de la sociedad asturiana e incluyendo también a los centros asturianos del extranjero".

A instancias del Principado, el Consejo de Patrimonio Histórico Español, en el que tienen representación todas las comunidades autónomas, ratificó la candidatura de la cultura sidrera en el transcurso de una reunión celebrada en Zaragoza en octubre de 2022. Era la segunda vez que se escogía a la sidra asturiana como aspirante española para entra en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, toda vez que la elección inicial tuvo que repetirse después de que la candidatura no pudiese entrar para el ciclo 2022-2023 por haberse superado el cupo de propuestas anuales que la Unesco acepta estudiar.

Una vez logrado el visto bueno del Órgano de Evaluación, solo queda pendiente una ratificación oficial que se da por hecha dentro de un mes en la convención por la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial convocada para comienzos de diciembre en Asunción. Los trabajos empezarán por el examen de los informes relativos al estado actual de los elementos que ya forman parte de la lista y que precisan de intervenciones urgentes para su protección. El análisis de las candidaturas empezará durante la tarde del martes, día 3, y se prolongará el miércoles y el jueves. Será el sábado 7 cuando se anuncie de manera oficial que la cultura de la sidra traspasa todas las fronteras para convertirse en Patrimonio Mundial.

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