Relaciones post-Tinder

Divorciados, cuarentones y personas no normativas: ¿a quién le funcionan las ‘apps’ de citas?

Los usuarios con más alto nivel de satisfacción son quienes usan aplicaciones segmentadas o hacen un uso segmentado de ellas

Aplicaciones como OKCupid y Grindr.

Aplicaciones como OKCupid y Grindr. / Archivo

Abel Cobos

"Tinder ahora es el paraíso de las maduritas”, promete Madga, de 41 años. “Me casé con mi pareja tras 10 años juntos, y nos divorciamos al año”, cuenta. El problema que se topó tras la separación: su pareja formaba parte de su grupo de amigos de la universidad y, aunque tuvieron una ruptura limpia y sin dramas, no sabía cómo conocer gente nueva

“¿Dónde tenía que ligar? ¿Con quién? Amigos de mis amigos no, porque son también amigos de mi ex. Y el resto de mis amigas están casadas y con hijos y tampoco querían salir de fiesta para que yo fuese a ligar”, recuerda. Ante esa tesitura se abrió Tinder, Bumble, Hinge y un sinfín más de ‘apps’ genéricas. Señala el resultado como “catastrófico, apocalíptico: hasta me planteé si podría hacerme lesbiana”. 

Nuevas posibilidades

Eso, claro, hasta que bajó el filtro de edad a chicos de 20 a 30 años. “La primera cita fue con un chico que tenía 13 años menos que yo, y la noche acabó con algo que nunca había hecho, ni de adolescente: sexo en el coche”. No se siente orgullosa de ello, asegura. De hecho, el nombre y la edad han sido modificados a petición expresa para que no se la reconozca. 

Eso sí, no se arrepiente de haberlo hecho: “Fue un ‘boost’ de serotonina. El chico fue mucho más amable y dedicado que los de mi edad, el sexo más excitante, y me sentí joven, llena de vida. Sé que no sentaré la cabeza haciendo esto, pero ni te imaginas la cantidad de ‘matches’ que estoy obteniendo de veinteañeros buscando ‘MILFS’ [término anglosajón para definir a las mujeres maduras atractivas]. Tengo más mercado ahora que antes”, asegura, orgullosa. 

No es la única persona que pasada la cuarentena ha encontrado en las ‘apps’ nuevas posibilidades de ligoteo. Javier, de 57 años, con la misma pareja desde el 98, esquivó una crisis “que tenía pinta de acabar en divorcio” abriendo su relación. Ambos hacen vida juntos, pero tienen vidas sexuales separadas. “Y, además, una vida sexual muy plena”, promete, describiendo las maravillas de Grindr, la ‘app’ de citas gay donde encuentra a otros hombres de su misma edad en situaciones similares: el 27% de los usuarios supera los 35 años, según datos de la aplicación.

Vida sexoafectiva tras el divorcio

Como Magda y Javier, internet está lleno de testimonios de “maduritos” que encuentran en las aplicaciones una segunda oportunidad. De hecho, portales como Reddit tienen foros dedicados exclusivamente a ‘MILFS’ y ‘DILFS’ [su versión masculina] explicando dónde ligar con jóvenes y, en un sentido más amplio, cómo ver que la vida sexoafectiva no termina tras un divorcio. 

Este uso tan específico de las ‘apps’ de citas –Tinder incluso tiene la función 'Plus One' que permite buscar pareja para ir a una boda– es la clave para no acabar hastiado de ellas. Como determinan las sociólogas Liesel L. Sharabi, Paige A. Von Feldt y Thao Ha en un estudio sobre el ‘burnout’ romántico, los testimonios con más alto nivel de satisfacción con las ‘apps’ son aquellos que usan o aplicaciones segmentadas o hacen un uso segmentado (por ejemplo, jóvenes buscando maduros).

Aplicaciones segmentadas

Se pueden citar muchos ejemplos bajo esta definición de “aplicación segmentada”. Está Raya (para famosos), Wapa (para lesbianas) o Growlr, para hombres del colectivo oso (que en su mayoría suelen tener sobrepeso y cuerpos velludos). Como cuenta Manel, de 29 años, esta última “es un lugar seguro para que una persona fuera de la norma física explore su sexualidad sin que le insulten por gordo”. 

Él lleva años usando la aplicación y cree que sirve para que esas personas que han crecido “sin ver su cuerpo como algo deseable” puedan descubrir y empoderar su capital sexoafectivo. Remarca que se debe reconocer el compromiso de Growlr con la diversidad, ya que, a diferencia de otras aplicaciones cuyos algoritmos ocultan o silencian las personas gordas, aquí las oportunidades son más equitativas.

OkCupid, la 'app' para la gente del cau

En Cataluña, una aplicación que cada vez resuena más en el boca a oreja es OkCupid. Conocida como “la ‘app’ para los de CAU”, está viviendo un auge entre las personas de izquierdas catalanistas. “Me lo hice con la intención de huir de Bumble, que está llena de ‘expats’. No quería dedicar tanto tiempo de mi vida a hacer de guía turística en mi propia ciudad, cuando yo todo lo que quería eran citas en catalán con gente con una visión del mundo similar a la mía”, dice Ariadna, de 30 años.

La segmentación, en este caso, se hace a través de un cuestionario. Muchas preguntas sobre política, filosofías e ideología que acaba transformándose en un porcentaje de compatibilidad. Para Ariadna, aunque el formulario es demasiado genérico, llega al público objetivo: “es donde hay más catalanes, es decir, hay muchos perfiles de hombres con fotos en la montaña”, bromea.

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