Alcohol

Antoni Zamora, psiquiatra: "La ingesta de alcohol en exceso para un adolescente puede acabar en un paro cardíaco"

El especialista asegura que los menores ven el alcohol atractivo al estar "muy normalizado"

El psiquiatra Antoni Zamora.

El psiquiatra Antoni Zamora. / JUANEDA

Jordi Sánchez

"En épocas de fiesta y en temas de ocio pues el alcohol es una sustancia, en este caso legal, que siempre está por el medio, se publicita y es muy accesible. Con lo cual, desgraciadamente, a veces los menores y también los mayores acceden a estas sustancias y se producen este tipo de problemas". Son palabras de Antoni Zamora, coordinador asistencias de la dirección general de Salud Mental, sobre el consumo del alcohol entre menores en edades tempranas.

"Al final es esa accesibilidad lo que lo hace un poco también llamativo para estos adolescentes, porque ellos entran en una edad en la que quieren probar cosas entiendo y terminan a veces sobrepasándose y bebiendo alcohol", explica Zamora. "El alcohol tiene una parte cultural y social donde parece que celebrar, en este caso la Navidad, siempre tiene que ser con alcohol de por medio, y esto viene pasando desde hace muchos años, con lo cual es accesible en todas las cosas porque se celebra siempre con este tipo de bebidas. Está un poco por todo porque se ha normalizado desde hace muchos años en contextos festivos, entonces ahí siempre puede haber personas que hacen un consumo perjudicial".

El especialista incide en las consecuencias para la salud de un menor que puede conllevar el consumo en exceso de alcohol. "Puede ser peligroso en muchos aspectos. Al final, lo que se produce es una depresión a nivel del sistema nervioso central, con lo cual, ya no solo por parte de esta depresión, donde puede haber una parada cardiorrespiratoria, puede haber un vómito que se pueda aspirar y hacer una neumonía, es que además puede haber caídas que propicien fuertes golpes", advierte Zamora. El alcohol es de las sustancias "que más rápidamente intoxica y mata a una neurona", por lo que cuando se ingiere "en una época en la que el cerebro todavía es muy plástico, como es la edad infanto-juvenil, produce un daño potencial más importante que en un adulto, que tiene una reserva más constante".

Zamora insiste: "No solamente tiene consecuencias a nivel físico, que es esa depresión del sistema nervioso central y de presión respiratoria que puede llegar al paro a cardíaco, sino luego las consecuencias de ir intoxicado, por lo dicho, caídas, accidentes, evidentemente peleas, y luego ya si nos vamos a la parte más social, pues problemas familiares, problemas en el colegio, y dependiendo del consumo, de la cantidad".

Consciente de que los hechos ocurridos en Sineu sucedieron bajo las medidas de seguridad pertinentes, Zamora asegura que "hay que seguir combatiendo esta problemática, porque aunque pueda haber casos esporádicos en los que pues haya habido menores que se hayan intoxicado, también hay que mirar la otra contrapartida, es decir, si no hubiera estas medidas, si no hubiera lo de las pulseras, Protección Civil, Policía Local, todas las campañas de prevención, ¿cuántos menores no se hubieran intoxicado?".

"Las medidas funcionan, las medidas se tienen que seguir aplicando y lo que hay que hacer es que cada vez sean más intensas, que lleguen más municipios, que lleguen más gente y sobre todo que la gente cada vez esté más concienciada de los peligros del alcohol", sentencia.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents