Objetivo 2025

España debería reducir sus emisiones entre un 5% y un 7,5% anual para cumplir sus promesas climáticas

El Gobierno se ha comprometido a llegar a 2030 con una reducción del 32% respecto a 1990, una cifra aún lejos de conseguirse

La contaminación del tráfico puede reducirse de forma más eficaz y ecológica

La contaminación del tráfico puede reducirse de forma más eficaz y ecológica / Agencias

Valentina Raffio

España se ha comprometido a reducir un 32% sus emisiones de gases de efecto invernadero respecto a los niveles de 1990. Todo ello, antes de que acabe esta década. Esta promesa climática, recogida en el último Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), establece una meta para 2030 pero no un calendario concreto sobre cómo conseguirla. Esto se debe a que la reducción de emisiones no siempre es algo lineal y, de hecho, es relativamente habitual de haya años con bajadas más significativas y años con repunte. Aun así, a modo orientativo, España debería reducir sus emisiones entre un 5% y un 7,5% anual desde ahora mismo hasta finales de esta década para cumplir con sus promesas climáticas. ¿Es este escenario factible? ¿Vamos en la buena dirección? ¿Qué más habría que hacer para lograr este objetivo de reducción de emisiones?

Uno de los elementos clave para abordar este debate es el registro histórico de emisiones de gases de efecto invernadero generadas en España. En el año 1990, las emisiones españolas sumaron 287,7 millones de toneladas de CO2 equivalentes a la atmósfera. A partir de entonces empezaron a subir hasta alcanzar su máximo histórico en 2005, cuando ascendieron hasta las 438,8 millones de toneladas de CO2. Entre los años 2006 y 2008, la curva de emisiones empezó a descender progresivamente. En 2020, año de la pandemia, se registró un descenso del 18,7% respecto al año anterior y, por primera vez, se observó una reducción por debajo de los niveles de 1990. Concretamente, del 5,9%. En 2023, último año del que se tienen registros completos, las emisiones bajaron un 7,6% adicional respecto al año anterior y un 5,8% respecto a 1990.

En la pandemia se registró el primer descenso por debajo de los niveles de 1990, aunque posteriormente se han dado varios repuntes

Los registros muestran que, pese a que la curva de emisiones españolas está bajando, en los últimos años también se han vivido varios repuntes importantes. En 2021 y 2022, por ejemplo, las emisiones subieron cerca de un 5% respecto al año anterior y en ambos casos el cómputo total de emisiones superó al de 1990. Y en 2024, según un estudio preliminar del centro de investigación Basque Centre for Climate Change (BC3) y el Observatorio de la Transición Energética y la Acción climática (OTEA), las emisiones volvieron a repuntar casi un 1% respecto al año anterior. Aunque, en este caso, el total de emisiones, que sumó 272 millones de toneladas de CO2 equivalente, fue un 3,2% inferior respecto a los valores de referencia de 1990.

Avances "insuficientes"

Las estimaciones más conservadoras calculan que España debería reducir un 5% anual sus emisiones para cumplir sus objetivos climáticos. El Observatorio de la Sostenibilidad, por su parte, eleva esta meta hasta el 7,5% anual. Según apunta un reciente análisis elaborado por esta entidad, uno de los principales motivos detrás de los repuntes de emisiones de los últimos años es el incremento de la actividad económica, el auge del turismo y, sobre todo, el incremento del transporte por carretera. Este último, de hecho, es el único sector cuyas emisiones siguen aumentando, tal y como constata el último el informe de cuentas medioambientales de España. Tanto es así que en estos momentos se estima que el transporte es responsable de una de cada tres toneladas de gases de efecto invernadero generadas en España.

Solo 2 de las 17 comunidades autónomas tiene un plan de emisiones alineado con el Acuerdo de París, según un análisis de Greenpeace

Entidades como Greenpeace denuncian que los avances logrados hasta ahora son "insuficientes" para abordar el reto climático y piden tanto al Gobierno como a las comunidades autónomas "plantear medidas más ambiciosas en todos los sectores". Un análisis realizado por la entidad afirma que solo dos de las 17 comunidades autónomas tienen un plan alineado con los objetivos del Acuerdo de París y que esas 15 "no alcanzan la ambición climática necesaria" y, en muchos casos, presentan un objetivo menos ambicioso que el recorte del 32% propuesto por el Gobierno. Catalunya, por ejemplo, plantea reducir sus emisiones un 24% para 2030, un 29% para 2040 y un 35% para 2050 aunque, según se anunció hace unas semanas en la cumbre de Bakú, ya se está trabajando para presentar objetivos aún más ambiciosos.

Uno de los datos más esperanzadores de cara al futuro de las estadísticas de emisiones españolas es el rápido despliegue de las energías renovables. En 2022, las energías limpias sumaron un 42,2% a la producción energética española, en 2023 alcanzaron el 50,4% y en 2024, a falta de los balances definitivos, todo apunta a que llegaron a la cifra récord del 56%. En el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) se establece llegar al 81% de energía renovable en la generación eléctrica para 2030. Todo ello también para acelerar la reducción de emisiones y cumplir con los objetivos climáticos españoles. 

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