Rosa rompe su silencio y denuncia lo que está pasando en 'Pasapalabra': "No eres consciente"

La aspirante al bote alzó la voz y habló de lo que lleva años ocurriendo

Denuncia de Rosa en Pasapalabra.

Denuncia de Rosa en Pasapalabra. / ANTENA 3

Abril Escalante

Desde su primera aparición en 'Pasapalabra' Rosa Rodríguez ha cautivado a la audiencia con su calma, su dulzura y su inquebrantable determinación. En apenas una veintena de programas ha conseguido ganarse el cariño de los espectadores y consolidarse como una de las concursantes más destacadas. Sin embargo, más allá de la emoción del concurso y de su lucha diaria por completar El Rosco, Rosa ha querido compartir una reflexión importante sobre lo que significa formar parte de este reto televisivo.

La concursante gallego-argentina ha dejado temporalmente su labor como profesora de español e inglés para volcarse completamente en el programa. “Es una oportunidad que tienes en la vida, entonces quiero sentir que he dado el máximo”, confiesa. Y lo ha hecho con disciplina y entrega, dedicando incontables horas al estudio. “Desde que me levanto, todo el día mentalmente estás ahí intentando absorber”, explica. Su método de preparación es tan riguroso como particular: “Salgo por las mañanas y me pego un par de horas caminando por la montaña”.

Pero más allá del esfuerzo personal, Rosa ha querido poner el foco en un aspecto que no siempre se visibiliza en este tipo de concursos: la representación de las mujeres en el formato. “Hay pocas y, quizá cuando estás del lado del que está constantemente representado, no eres consciente de lo importante que es esa representación, de las que estamos menos representadas”, señala. Con esta reflexión, deja entrever que la participación femenina en Pasapalabra sigue siendo una asignatura pendiente y que, a menudo, quienes disfrutan de una mayor presencia no perciben la desigualdad que sigue existiendo.

La influencia de otras concursantes ha sido clave en su camino, especialmente la de Sofía Álvarez de Eulate, a quien admira profundamente. “Me encantaría ser Sofía, se lo trabajó muchísimo”, admite. Además, en los momentos más duros, encuentra inspiración en las publicaciones de la exconcursante: “A veces, en los días bajos, porque hay días en los que dices ‘¿qué estoy haciendo, nunca voy a llegar a este nivel?’, yo me leía su post porque me daba muchísima motivación”.

En su duelo con Manu, su actual rival en el programa, Rosa también ha encontrado un estímulo constante para mejorar. “Es un encanto”, asegura sobre él, recordando con gratitud la acogida que le brindó en su primer día en Pasapalabra. “Fue un guía estupendo, me hizo sentir supercómoda, me enseñó todo esto, estuvo muy pendiente de mí y estoy feliz de compartir esta experiencia con él”, explica. Sin embargo, reconoce que la competición es exigente y que Manu es un rival de gran nivel. “Sabes que él tiene un nivel altísimo y va a por el bote, así que te empuja a estar a esa altura pero de una buena manera, una rivalidad muy sana”, afirma.

A pesar del esfuerzo y la dedicación Rosa ve aún lejano el reto de completar El Rosco. “Por ahora lo veo muy complicado, lejos”, admite. Sin embargo, no se rinde y sigue esforzándose al máximo: “Es un bonito reto”, concluye. Su paso por el concurso no solo está dejando huella por su capacidad y entrega, sino también por su reivindicación de una mayor representación femenina en el mundo de los concursos televisivos. Y es que, como ella misma apunta, “no eres consciente” de la importancia de la visibilidad hasta que formas parte de esa minoría que lucha por hacerse un hueco.

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