Explicación científica

¿Por qué nos duele la cabeza cuando va a llover?

Se estima que entre un 20% y un 60% de la población es sensible a los cambios ambientales, un fenómeno también conocido como meteorosensibilidad

Mujer bajo la lluvia.

Mujer bajo la lluvia. / / German Barreiros

Valentina Raffio

Barcelona

Cuando se avecina un episodio de lluvias son muchos los que empiezan a acusar malestar y dolores. Hay quien, por ejemplo, se queja de dolor en las articulaciones, los músculos y las cicatrices y quien, en cambio, sufre de dolores de cabeza o episodios de migraña. Este fenómeno se conoce como meteorosensibilidad y, según apuntan algunos estudios, afecta entre el 20% y el 60% de la población. Entre los síntomas más reportados destacan el dolor de cabeza, espalda y articulaciones así como los mareos y una alteración generalizada del estado de ánimo. "Las personas con ansiedad y las que ya sufren de migrañas destacan entre las más afectadas por este fenómeno, que en ocasiones puede agravar los cuadros clínicos preexistentes y desencadenar dolores que pueden llegar a ser invalidantes", afirma el psiquiatra Antonio Bulbena Vilarrasa en una entrevista con EL PERIÓDICO.

El estudio de este fenómeno se remonta a los tiempos de Hipócrates, en la Antigua Grecia, cuando por primera vez se intentó entender la relación entre los cambios de tiempo y la salud humana. Desde entonces, mucho se ha indagado sobre esta cuestión y, aunque no en todos los casos se han hallado evidencias científicas concluyentes, sí son muchos los trabajos que demuestran una relación entre, por ejemplo, los episodios de lluvia y la incidencia de migraña o de problemas de ansiedad. Todo apunta a que este fenómeno ocurre debido a cómo, en ocasiones, los cambios de presión atmosférica, luz ambiental y temperatura pueden afectar el sistema nervioso, la circulación sanguínea, la presión arterial y la producción de hormonas como la serotonina. Aunque el mecanismo exacto detrás aún no está claro. 

Los cambios de presión atmosférica, luz ambiental y temperatura pueden afectar el sistema nervioso, la presión arterial y hasta la producción de hormonas como la serotonina

"No se trata de un fenómeno que por sí solo vaya a llevar a una persona al médico pero, en muchos casos, es algo que vemos en las consultas y que los mismos pacientes reportan. No siempre es fácil de detectar porque al tratarse de un síntoma muy subjetivo muchas veces se pasa por alto o, en general, no se le da mayor importancia. Pero si escuchamos de forma activa a los pacientes, sí vemos que son muchas las personas que afirman encontrarse peor durante los días de mal tiempo o lluvia y reportan más dolor de cabeza y malestar. Y este es un tipo de malestar muy específico y muy real", afirma Bulbena, catedrático de psiquiatría de la Universitat Autónoma de Barcelona y especialista en el Hospital del Mar.

"Son muchas las personas que afirman encontrarse peor durante los días de mal tiempo o lluvia y reportan más dolor de cabeza y malestar. Y este es un tipo de malestar muy específico y muy rea"

Antonio Bulbena Vilarrasa

— — Psiquiatra

Grupos más afectados

Todo el mundo, en algún momento de su vida, puede sentirse afectado en mayor o menor grado por este fenómeno. Según apuntan los expertos, entre los colectivos más afectados por este tipo de malestar están las personas con enfermedades crónicas como migrañas, artritis y fibromialgia; los pacientes con trastornos de ansiedad y depresión, también muy susceptibles a los cambios de estación; los adultos mayores, especialmente vulnerables a los cambios de presión atmosférica, temperatura o humedad; las personas con alta sensibilidad sensorial, que pueden sentirse especialmente afectadas por los cambios de luz que se dan en los momentos previos al inicio de la lluvia; así como las mujeres, donde se ha observado que este fenómeno es especialmente relevante durante la menstruación y la menopausia.

Este fenómeno es especialmente prevalente entre mujeres, sobre todo en días de menstruación y durante la menopausia

"Se ha demostrado que los síntomas de meteorosensibilidad se pueden observar tanto durante como antes de los cambios específicos de tiempo. En los casos más extremos, hay quien incluso llega a sentir la llegada de estos fenómenos hasta 48 horas antes de que realmente ocurran. Por ejemplo, quien empieza a encontrarse mal antes de la llegada de un frente meteorológico cargado lluvias o ante el inicio de una tormenta eléctrica", explica la meteoróloga Mar Gómez, del equipo de eltiempo.es, en su libro "Meteorosensibles, cómo el tiempo influye en nuestra salud física y mental" (Editorial Península). 

"Hay quien incluso llega a sentir síntomas de malestar 48 horas antes de la llegada de episodios de lluvia o tormenta eléctrica"

Mar Gómez

— — Meteoróloga

Migrañas y ansiedad

Uno de los síntomas de meteorosensibilidad más estudiados hasta la fecha es la relación entre los cambios de tiempo y las migrañas. Según apunta uno de los estudios más grandes realizados hasta la fecha sobre esta cuestión, publicado en la revista 'Headache', en los días en los que se detectan cambios en la presión asociados al tiempo, aumento de la humedad ambiental y episodios de precipitaciones se detecta un aumento generalizado de los casos de dolor de cabeza entre la población. En general, tal y como apunta el análisis, se reportan más casos de cefalea durante estos días de mal tiempo. Pero además, entre los pacientes con migraña se notifican dolores más intensos y constantes. Incluso se ha acuñado el término "migraña barométrica" o "cefalea por cambios de tiempo" para describir este fenómeno. 

Otro de los síntomas que más se incrementa durante los episodios de mal tiempo es la ansiedad. "Las personas que padecen ansiedad suelen ser más sensibles a las variaciones de su entorno, incluidas las relacionadas con el tiempo atmosférico y el clima", afirma el doctor Bulbena, quien a lo largo de su carrera ha realizado varios estudios sobre esta cuestión. En una investigación realizada en Barcelona, por ejemplo, se observó que en los días previos a la llegada de lluvias, sobre todo cuando sopla viento de poniente, se reportan más llamadas a urgencias por ataques de ansiedad y de pánico. También hay indicios que sugieren que, en general, durante estos días se dan más consultas y más ingresos relacionados con cuestiones de salud mental. En la misma línea, esta dinámica también se ha observado durante los días de calor extremo. 

Se ha observado que las personas que padecen ansiedad son más sensibles a las variaciones de su entorno, incluidas las relacionadas con el tiempo

"Necesitamos seguir investigando sobre estas cuestiones que afectan a la vida de millones de personas en todo el mundo y que, hasta ahora, han sido dejadas en un segundo plano", afirma el psiquiatra quien, pese a todo, también invita a pensar en "los aspectos positivos" de este fenómeno. "La meteorosensibilidad podría ser un rasgo evolutivo beneficioso porque nos demuestra hasta qué punto seguimos conectados a la naturaleza. No debemos olvidar que somos animales y que, en un contexto natural, percibir cambios en el entorno puede ayudarnos a anticipar peligros y adaptarnos mejor", afirma Bulbena. 

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