La guía definitiva para limpiar las zapatillas en la lavadora sin riesgo y sin esfuerzo

La idea de meter tus zapatillas en la lavadora puede sonar tentadora por su rapidez, y aunque no es el método más recomendado por muchos fabricantes, sí es posible hacerlo minimizando riesgos si sigues los pasos adecuados. Ya sean de tela, lona, nylon o poliéster, puedes devolverles su aspecto original con unos sencillos trucos. 

Antes de que tu lavadora empiece a girar, dedica unos minutos a la preparación. Lo primero y fundamental es retirar los cordones y las plantillas. Los cordones puedes atarlos juntos e introducirlos en una bolsa para prendas delicadas para evitar enredos, o incluso lavarlos a mano. Las plantillas es mejor lavarlas a mano para que no se deformen. También es crucial eliminar la suciedad superficial como barro o arena con un cepillo. Para proteger tanto tus zapatillas como la lavadora, lo ideal es introducirlas en una bolsa de tela o malla, o incluso una funda de almohada.

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Una vez preparadas, es momento de poner la lavadora. Selecciona un programa de lavado corto y con agua fría. Evita el centrifugado o utiliza uno muy suave para reducir el riesgo de daños. Utiliza detergente líquido en lugar de en polvo para evitar residuos. Para zapatillas blancas, puedes añadir bicarbonato de sodio al detergente para potenciar la blancura. Introduce la bolsa con las zapatillas en el tambor y, para equilibrar la carga y amortiguar los golpes, puedes añadir algunas toallas viejas. 

Recuerda nunca usar lejía directamente sobre las zapatillas, especialmente las blancas, ya que podrían amarillear

El proceso de secado es tan importante como el lavado. Una vez que la lavadora haya terminado, retira las zapatillas y déjalas secar al aire libre en un lugar bien ventilado. Evita la exposición directa al sol, ya que podría dañar los materiales o amarillear la suela. Bajo ninguna circunstancia utilices la secadora, ya que el calor puede deformar las zapatillas o dañar el pegamento que une las partes. Para que mantengan su forma mientras se secan, puedes rellenarlas con papel o trapos. Unas 24 horas serán necesarias para que estén completamente secas.

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Aunque este método es práctico, ten en cuenta que no es recomendable para todo tipo de calzado. Las zapatillas de ante o gamuza y las de cuero no deben lavarse en la lavadora debido a su delicadeza y al riesgo de que se deterioren o pierdan color. Para estos materiales, es preferible limpiarlas a mano con un cepillo suave y productos específicos. Si tus zapatillas están muy desgastadas, meterlas en la lavadora podría acelerar su deterioro. En definitiva, lavar tus zapatillas en la lavadora puede ser una solución rápida para ciertos tipos de calzado, pero siempre con precaución y siguiendo estos consejos para evitar disgustos.