Avances de la ciencia
La industria antienvejecimiento avanza: estos son los fármacos con más posibilidades de éxito
Laboratorios de todo el mundo está probando varias técnicas y medicamentos que podrían frenar el deterioro que provoca el paso del tiempo
Los llamados senolíticos podrían usarse para frenar enfermedades como el alzhéimer o el cáncer

Ensayo clínico con un medicamento.
Patricia Martín
La industria antienvejecimiento, que está recibiendo un importante impulso financiero de millonarios como Elon Musk o Mark Zuckerberg, ha logrado avances muy importantes en los últimos años, hasta el punto de lograr alargar un 30% la vida de algunos mamíferos. Detener, por tanto, el paso del tiempo es teóricamente posible y los fármacos usados en animales se están comenzando a probar ya en humanos, pero aún falta mucho para lograr el elixir de la eterna juventud.
Según el investigador Salvador Macip, que lleva 25 años dedicado al estudio de las bases moleculares del cáncer y del envejecimiento, "en breve" el mundo conocerá si los primeros medicamentos en pruebas dan resultados, pero más que detener el envejecimiento, que es un poder que aún está lejano, en un primer momento podrían servir para frenar enfermedades relacionadas con el paso de los años, como el cáncer o el alzhéimer.
Frente a esta última enfermedad, la UE ha autorizado el uso de Lecanemab, que ralentiza un 27% el deterioro cognitivo, pero no es un fármaco antienvejecimiento en sí, porque no ataca un mecanismo que lo provoque o acelere, sino a una de las causas de la enfermedad, la acumulación de la proteína beta amiloide en el cerebro.
Uno de los fármacos que ha despertado gran interés es la metformina, un tratamiento utilizado contra la diabetes que algunos estudios sugieren que frena el envejecimiento
Otro de los fármacos que ha despertado gran interés en esta área es la metformina, un tratamiento utilizado contra la diabetes que algunos estudios sugieren que frena el envejecimiento. El problema es que "son datos preliminares que no se pueden reproducir en la población no diabética, dado que es un medicamento que tiene efectos metabólicos que son negativos para la población que no sufre esta patología".
Los senolíticos
Por ello, Macip opina que los medicamentos antienvejecimiento que "primero llegarán al público" son los senolíticos, destinados a eliminar las llamadas células senescentes, zombis o 'viejas', aquellas que no se mueren y causan daños. De manera casual, se ha descubierto que algunos tratamientos contra la osteoporosis o la fibrosis pulmonar matan estas células y el hallazgo se está probando en humanos y en varias facetas.
Los senolíticos en animales funcionan muy bien y en humanos parece que podrían tener un efecto para frenar el alzhéimer, la fibrosis o el cáncer, en breve los sabemos
"En animales funcionan muy bien y en humanos parece que podrían tener un efecto para frenar el alzhéimer, la fibrosis o el cáncer, en breve sabemos si se pueden usar o no. Hay algunos resultados positivos, pero faltan más hallazgos para que se pueda aplicar a la clínica", explica el especialista, que ha sido nombrado director de un grupo de investigación sobre el alzhéimer en la Fundación Pasqual Maragall.
Otra técnica que se está investigando en la industria 'antiaging' es la reprogramación celular, que está basada en manipular genéticamente las células para rejuvenecerlas. El problema es que se ha visto que, cuando se reproducen rápidamente, como sucede en la juventud, se pueden generar tumores malignos. Además, se está probando la plasmafóresis, que consiste en que un adulto reciba plasma de donantes más jóvenes, pero los resultados son todavía modestos. Y también hay investigaciones que buscan potenciar el sistema inmunitario, que se degrada con la edad, para que luche contra enfermedades degenerativas.
El objetivo de buena parte de las investigaciones es alargar la calidad de vida, que en los últimos años la humanidad goce de más salud y menos dependencia
Frenar la dependencia
No obstante, aclara Macip, más que detener el envejecimiento y que vivamos eternamente, el objetivo de buena parte de las investigaciones es alargar la calidad de vida, que en los últimos años la humanidad goce de más salud y menos dependencia.
En este campo, hacer ensayos para medir cambios en el deterioro que provoca el paso de los años es muy difícil y complejo, de entrada porque no existe un marcador fehaciente que indique si se avanza o no. "Se habla de telómeros, de relojes epigenéticos y de mil cosas, pero ninguno prueba exactamente si se está frenando o no el envejecimiento, por eso hay que empezar por tratamientos que tengan efectos claros, fáciles de medir, como en las enfermedades relacionadas con el proceso", concluye.