Don Dani, el cura que abandona el sacerdocio y se despide de su parroquia con una emotiva carta

El sacerdote de Muros, José Daniel Pérez, dice que es una decisión en clave de «discernir lo que Jesús va pidiendo» y añade una posdata para desvelar un secreto: «No soy del Barça»

José Daniel Pérez se hizo cargo de la parroquia de Muros en 2017.

José Daniel Pérez se hizo cargo de la parroquia de Muros en 2017. / Cedida

E. P.

El sacerdote de Muros (A Coruña), José Daniel Pérez Espasandín, abandona temporalmente el ejercicio clerical y se despide de esta parroquia, tras más de ocho años a su frente, a través de un comunicado en la red social Facebook.

En la carta manifiesta que la decisión puede ser temporal: «Algunos preguntáis si es para siempre, pues todavía no es definitivo, porque será un momento de cambio y en clave de discernir lo que Jesús va pidiendo en el camino de la vida».

El párroco ha expresado su agradecimiento por «todo el apoyo mostrado» tras hacer pública la noticia durante su última misa el pasado día 23 febrero. Asegura que se trata de «una decisión meditada, acompañada y en clave de discernimiento cristiano» y también «necesaria».

Dice quedarse «con todos los buenos momentos vividos, que son muchísimos» y espera «poder seguir disfrutándolos, aunque sea de manera diferente».

El comunicado del párroco lo ha compartido este martes el perfil Parroquianos de Muros en Facebook, que un día antes ya había publicado otro escrito por parte de los feligreses. El anuncio del sacerdote en la iglesia provocó la reacción de los fieles que destacan que «don Daniel necesita un tiempo de discernimiento» y que «todos los sacerdotes viven su ministerio en una época de incertidumbres».

Los fieles creen que «la misión del sacerdote no es la de conseguir salvar el mundo por medio de tácticas y estrategias misioneras, sino conseguir vivir su vocación con pasión». «Cualquier vocación de entrega y servicio a los demás exige renuncia», añaden.

«La fe no es aburrida»

En su comunicado, Daniel Pérez dedica unas palabras a los niños. "Hemos trabajado mucho con ellos, gracias también a la participación de catequistas, padres y todos los que de alguna u otra manera lo habéis hecho posible", expresa.

El sacerdote pide que «se queden con el Jesús amigo» del que les ha hablado «cada domingo y cada día de catequesis».

Aprovecha esta parte dirigida al sector infantil para reafirmarse en que «la fe no es aburrida, aunque los humanos la hagamos de esa manera». «Muchas veces pienso que Jesús también se aburre en nuestras misas. Menos mal que están ellos [los niños] para decirnos a ver cómo nos divertimos hoy».

Cierra la misiva, revelando un secreto, «por fin: no soy del Barça».

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