Luto en la Iglesia

Impresionante homilía de alabanza al papa Francisco: así fue el funeral que conmovió a los líderes mundiales

El purpurado Re, cabeza del colegio de cardenales, no olvidó en su prédica ni un matiz de las acciones progresistas del Papa Bergoglio y arrancó ovaciones en la plaza de San Pedro

En un sentido opuesto al del cardenal Müller, el celebrante de las exequias insinuó que los avances del papa Francisco no han de retroceder

Este ha sido el último recorrido del féretro del papa Francisco

PI STUDIO

Javier Morán

El cardenal Giovanni Battista Re, de 91 años y decano del colegio cardenalicio, así como eclesiástico que lo ha sido todo en la Santa Sede, enalteció ayer de un modo especialmente notorio al papa Francisco en su homilía de funeral por el fallecido Bergoglio.

No recomienda la iglesia que las prédicas en las misas de exequias se transformen en un panegírico del difunto, pero Giovanni Battista Re no escamoteó los principales aspectos del papado que acaba de finalizar y, dado su tono y firmeza de voz, transmitió la sensación de que el sucesor de Bergoglio no debería prescindir de la atención a los pobres y excluidos, ni de la preocupación por el medio ambiente, ni la relevancia para el Catolicismo de los lugares más periféricos del planeta, ni la llamada a una fraternidad universal.

Lo hizo en el mayor escenario del mundo, que abarcaba la explanada de la plaza de San Pedro, en Roma, más los seis kilómetro que recorrió el catafalco de Francisco camino de la basílica de Santa María la Mayor, su escogida para que le dieran sepultura. Por el camino del cortejo, en torno al papamóbil, los vehículos pasaron cerca del Coliseo romano y de la Iglesia del Gesú, templo de la Compañía de Jesús, a la Bergoglio perteneció y en la que se halla la tumba de San Ignacio de Loyola.

En 2005, durante los funerales del Papa Juan Pablo II, el intelectual asturiano Juan Cueto Alas, de gran perspicacia y brillantez, escribió que aquel entorno era verdaderamente el decorado más grande del mundo. Era una referencia cinematográfica que correspondía a una escenografía que la contemporaneidad no había visto desde las exequias de Pablo VI, en el verano de 1978, 27 años antes del óbito del Papa Wojtyla.

Si cupiera una breve referencia a lo que es verdaderamente épico e histórico, tanto las multitudes como los espacios enormes, abiertos o cerrados, son los elementos fundamentales.

En la citada homilía, Re destacó que la "Misericordia y alegría del Evangelio son dos conceptos clave del papa Francisco. En contraste con lo que definió como la cultura del descarte".

Fraternidad mundial

Francisco "habló de la cultura del encuentro y de la solidaridad y en la carta encíclica Fratelli tutti quiso que renaciera una aspiración mundial a la fraternidad, porque todos somos hijos del mismo Padre que está en los cielos. Con fuerza recordó a menudo que todos pertenecemos a la misma familia humana".

Las sobrecogedoras imágenes de los cardenales escoltando el ataúd del papa Francisco

Sara Fernández

Otro punto que el cardenal italiano destacó en el Papa Bergoglio fue que había sido "significativo que el primer viaje del papa Francisco fuera a Lampedusa, isla símbolo del drama de la emigración con miles de personas ahogadas en el mar. En la misma línea fue también el viaje a Lesbos, junto con el Patriarca Ecuménico y el Arzobispo de Atenas, así como la celebración de una Misa en la frontera entre México y Estados Unidos, con ocasión de su viaje a México".

En ese momento, el presidente de EE UU, Donald Trump, colocado junto a su esposa Melania en la primera fila del bloque de autoridades, no parecía muy concentrado. Desde un dron situado justo en lo más alto de la fachada de San Pedro, que dirigía su objetivo a toda la plaza y a la Vía della Conciliacione, hasta mostrar los contornos del Castillo de Sant’Angelo, se podía observar un bloque negro u oscuro, en primer término a la izquierda, el de las autoridades y mandatarios; en medio, el altar cubierto y el féretro de Francisco, con un libro de los Evangelios abierto; y a la derecha, el conjunto colorido del rojo de los cardenales, el morado de arzobispos y obispos, o el combinado de ambos tonos en los jueces de los tribunales de la Rota romana.

¿Quiénes son los niños que han depositado rosas blancas en el altar de Santa María la Mayor en el funeral del papa Francisco?

Sara Fernández

Calidez humana

Y por encima de esos primeros bloques, los de los fieles, a la izquierda y el blanco y rojo de los sacerdotes y los diáconos, a la derecha. Al fondo, la multitud den la avenida de la Conciliación hasta el puente de Sant’Angelo.

Otro aserto del cardenal Re incidió en un Francisco "lleno de calidez humana y profundamente sensible a los dramas actuales, realmente compartió las preocupaciones, los sufrimientos y las esperanzas de nuestro tiempo de globalización, con la convicción de que la Iglesia es una casa para todos; una casa de puertas siempre abiertas y un hospital de campaña después de una batalla con muchos heridos".

Esta perspectiva de la Iglesia parecía enfrentada a otras concepciones y proyectos para la misma, por ejemplo, la llamada a un Papa no progresista y dispuesto a retroceder en los postulados de Bergoglio bajo riesgo de cisma, que fue el planteamiento del cardenal Ludwig Müller el pasado jueves en una entrevista de difusión internacional

El entierro del papa Francisco se produjo ante sus familiares y el camarlengo

PI STUDIO

En cambio, la idea expuesta ayer por Re fue la de una Iglesia "capaz de inclinarse ante cada persona, más allá de todo credo o condición, sanando sus heridas".

Bergoglio "fue un Papa atento a lo nuevo que surgía en la sociedad y a lo que el Espíritu Santo suscitaba en la Iglesia", concluyó el cardenal Re.

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