La imagen de un buceador y un pez globo sonriente de la que todo el mundo habla

Un guía de submarinismo graba una escena tan surrealista como enternecedora bajo el mar: un pez globo se acerca, interactúa y posa ante la cámara

Vídeo: La imagen de un buceador y un pez globo sonriente de la que todo el mundo habla

La Provincia

Mar Molina

Hay encuentros que parecen sacados de un cuento. Y a veces, ocurren donde menos te lo esperas: en las profundidades del océano. En Baja California Sur, uno de los rincones más asombrosos de México, un pez globo ha logrado lo impensable: arrancar sonrisas a millones de personas con lo que muchos llaman ya “la selfie marina del año”.

Carlos, un guía de buceo originario de Canarias y afincado en México, nunca imaginó que una de sus inmersiones con la empresa Baja Dive Experiences se convertiría en un fenómeno viral. Lo que grabó bajo el agua fue algo tan simple como mágico: un pez globo que se acercó sin miedo, interactuó con los buzos y pareció posar ante la cámara con una expresión que recuerda a una sonrisa humana.

“Creo que el pez globo ya me adoptó”, escribió Carlos en Instagram. El vídeo ya supera el millón de visualizaciones, ha cosechado casi 900.000 likes y ha encendido una avalancha de comentarios en redes sociales.

La escena, entre lo surrealista y lo adorable, ha tocado una fibra especial en la audiencia. Ver a una criatura marina tan enigmática mostrarse así de cercana es algo que rara vez ocurre… y aún más raro que quede inmortalizado en vídeo.

Un momento único bajo el mar... y con un protagonista inesperado

Carlos no es ajeno a los espectáculos marinos. Día tras día se sumerge en las aguas del Pacífico, donde convive con ballenas, mantarrayas, lobos marinos y tiburones. Pero este momento fue distinto. No por la especie —el pez globo no es raro en estas latitudes—, sino por la actitud.

El animal flotó con calma frente a la cámara, casi como si supiera que lo estaban filmando. Y aunque su aspecto puede parecer simpático, esconde un peligro: se trata del tercer vertebrado más venenoso del planeta, solo superado por la rana dorada y el pez piedra.

Ese contraste entre ternura y toxicidad, entre belleza y peligro, ha sido parte del hechizo que envuelve esta escena submarina.

El mensaje detrás de las cámaras: asombro, respeto y conservación

Más allá del fenómeno viral, el video también deja una lección: la fauna marina debe ser admirada, pero no invadida. Carlos lo tiene claro. Durante sus inmersiones, evita el contacto físico con los animales y prioriza su bienestar por encima de todo.

“Cada salida es una oportunidad para enseñar que el océano es un mundo que merece respeto”, dice. Y razón no le falta: este tipo de contenidos pueden generar conciencia sobre la importancia de conservar los ecosistemas marinos, tan ricos como vulnerables.

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