Prácticas de riesgo
Pedro, exadicto al 'chemsex': "Empieza como algo divertido y acaba siendo una esclavitud"
Con 36 años, contrajo VIH tras entrar en una espiral de consumo de drogas para mantener relaciones sexuales en sesiones que duraban hasta tres días

El 'chemsex', un problema de salud / FERRAN NADEU
"Es una lucha constante por no volver a cruzar la línea roja. Empieza como algo divertido y acaba siendo una esclavitud". Pedro (nombre figurado), 36 años, ex adicto al 'chemsex' -el consumo de drogas psicoactivas para mantener relaciones sexuales prolongadas en el tiempo- resume, no sin cierto esfuerzo, una vivencia de la que todavía se sobrepone. "Siempre seré un dependiente", admite con enormes deseos de salir de la espiral en la que lleva metido desde abril de 2023 -fecha marcada a fuego- cuando comenzó a consumir para practicar sexo. "Buscas desinhibirte y disfrutar de las experiencias sexuales, pero acabas cambiando el orden de preferencias y al final acabas priorizando el consumo", confiesa.
El alfa-PVP, también conocido como 'Flakka', y la metanfetamina, comúnmente llamada 'tina' o 'cristal', son drogas sintéticas que actúan como potentes estimulantes del sistema nervioso central, asociadas a prácticas de alto riesgo como el 'chemsex'. Un estudio del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones (OEDA) revela que el perfil de los consumidores tiende a ser el de jóvenes adultos, con una mayor incidencia entre hombres y miembros de la comunidad LGBTI+.
La adicción
Pedro habla de un antes en el que había tenido relaciones personales de larga duración. También, admite, experiencias sexuales en las que ya había consumo de sustancias. Pero vuelve a ese abril del 2023 en el que dio un paso más allá. El que todo lo cambió. "Me topé con la sustancia que más problemas me dio: 'alfa'. Según mi psicóloga es ocho veces más adictiva que la cocaína y tuve la mala suerte de empezar a frecuentar un contexto donde se solía consumir mucho. En algunos círculos, hay más 'tina' pero, en Valencia (desde donde habla) hay más 'alfa'", relata.
Buscaba tener relaciones con un chico y si tenía 'popper' pero tenía algo más. Me ofreció y acepté.
"La primera vez, consumí 'alfa' de forma accidental. Luego, me conecté a una aplicación. Buscaba tener relaciones con un chico y si tenía 'popper' (otra droga con un efecto estimulante que se usa en el 'chemsex'), pero tenía algo más. Me ofreció y acepté. Unos meses después, conocí a otro chico que se dedicaba al tráfico de esta sustancia y, a raíz de eso, el consumo fue más frecuente. Disponía de más cantidad y facilidad. Buscaba experiencia intensas en sesiones que se alargaban hasta tres días", explica.
El diagnóstico
Durante meses dio un vuelco a sus preferencias: priorizaba el consumo a las relaciones. Hasta que llegó un diagnóstico que le golpeó fuerte: le detectaron VIH. "Empecé a manifestar todo tipo de síntomas, me puse muy 'malito' y me ingresaron en el hospital. Fue un pequeño paréntesis", cuenta. Al salir, intentó cuidarse, no recaer, "pero aquello me tiraba muchísimo y volví otra vez a lo mismo, con más fuerza". Dos, tres veces por semana, Pedro practicaba 'chemsex'.
Mi trabajo y mis relaciones personales se empezaron a complicar. Iba a trabajar sin dormir, colocado. Había comidas familiares a las que no me presentaba
Estuvo así hasta comienzos de 2024. Aquello ya azotaba su vida "Empezaba a ver que era problemático. Estuve trabajando en una empresa de ocio bastantes años, también cuando consumía. Era encargado y llevaba un equipo. Mi trabajo y mis relaciones personales se empezaron a complicar. Iba a trabajar sin dormir, colocado. Había comidas familiares a las que no me presentaba. También afectó a mi economía", recuerda.
Más visibilidad
Cuando le diagnosticaron VIH, Pedro comenzó a acudir a un grupo de apoyo. Le pusieron en contacto con una especialista en terapia para adictos al 'chemsex'. "Ahora se empieza a visibilizar más el problema y a profesionalizar, porque casi no existían recursos para este tipo de adicciones. He visto casos de personas de 18 años enganchadas. A nivel social se está extendiendo bastante y se está normalizando. Ha ido en aumento", admite.
Hoy, sigue batallando. Continúa en terapia con una psicóloga. Ha tenido varias recaídas. "Cuando te vuelves dependiente, es una lucha por no volver a eso que no te aporta nada. Ahora estoy limpio, pero nunca sabes cuándo se puede presentar la situación. A los más jóvenes, les digo: 'Es muy tentador al principio, pero todas las experiencias que te pueda aportar el 'chemsex', al final, son ilusorias. Que tengan mucho cuidado", zanja.
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