¿Cada cuánto debes limpiar tu alfombrilla de baño? La frecuencia recomendada para evitar gérmenes

La alfombrilla de baño cumple una función crucial: ser el lugar donde apoyamos los pies al salir de la ducha. Pero piénsalo: se empapa, permanece húmeda y, al estar en el suelo, acumula polvo y suciedad. Esta combinación la convierte en el caldo de cultivo perfecto para bacterias y microorganismos que definitivamente queremos evitar en nuestro baño.

¿Con qué frecuencia debemos lavar la alfombrilla de baño?

Aunque parezcan limpias, la recomendación general es lavarlas cada semana, o como mucho cada dos semanas. Sin embargo, la frecuencia ideal depende de tus hábitos y de cuántas personas vivan en casa. Cuanto mayor sea el uso, más a menudo deberás lavarlas para evitar la aparición de hongos o moho.

Pero no solo las alfombrillas necesitan atención. Las toallas también acumulan una cantidad sorprendente de microbios. Los estudios revelan que pueden crecer cientos de miles, incluso millones, de bacterias en una semana. Esto puede ser suficiente para transferirse a tu piel y provocar mal olor o incluso una posible infección. Algunos de estos microbios pueden ser problemáticos, incluyendo el Staphylococcus aureus y su versión resistente a los antibióticos, el MRSA. Las toallas sucias pueden empeorar o incluso causar acné facial, acné corporal y foliculitis.

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¿Cada cuánto lavar las toallas?

Mientras que la alfombrilla se lava semanalmente, las toallas de cuerpo y cara deberían lavarse como mínimo después de tres o cuatro usos. Si tienes problemas de acné o eccema, considera lavar más a menudo cualquier tejido que toque tu piel regularmente. Las toallas de mano, al estar expuestas a más tipos de bacterias (como la E. Coli), deberían lavarse cada dos días aproximadamente. Aunque lavar las toallas con frecuencia es clave, algunas personas las lavan después de cada ducha, mientras que otras las usan varias veces

La buena noticia es que la mayoría de las alfombras de baño se pueden lavar a máquina. Pero presta atención a las instrucciones del fabricante en la etiqueta, ya que pueden variar según el tejido. Un error común es usar demasiado detergente. Para una carga completa de toallas, se recomiendan dos cucharadas soperas de detergente. Un exceso de residuos de jabón puede reducir la capacidad de absorción y provocar olores a moho.

• Evita el uso de suavizantes y lejía. Tampoco es recomendable el lavado en seco ni plancharlas. Evitar suavizantes también ayuda a mantener la capacidad de absorción de toallas y alfombras.
• Manchas y olores. Si la alfombrilla tiene manchas difíciles o malos olores, puedes dejarla en remojo durante unos 20 minutos con agua y bicarbonato antes de lavarla normalmente. Evita el agua demasiado caliente para no encogerla.
• Pelos de animales. Si tienes mascotas, sacude bien la alfombrilla al aire libre antes de meterla en la lavadora para eliminar los pelos sueltos.
• Otros tipos de alfombras. Las de corcho se limpian con un trapo húmedo y jabón, mientras que las plastificadas se lavan a mano con un cepillo, agua tibia y detergente. Para las alfombrillas antideslizantes de bañera (no de suelo), sumergirlas en remojo con agua y 5 cucharadas de lejía durante la noche cada 10 o 15 días ayuda a desinfectar.

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El mejor método para secar tanto las alfombras de baño como las toallas es al aire libre. La secadora, especialmente a alta temperatura, puede dañar las fibras y, en el caso de las alfombrillas antideslizantes con base de goma, puede degradarla o hacer que pierda efectividad. Si necesitas usar la secadora, hazlo a la mínima potencia.