Milagro en Gran Canaria: Agentes de la Guardia Civil salvan la vida a un bebé

Un joven irrumpió desesperado en el cuartel de la Guardia Civil con un bebé morado en brazos; la rápida reacción de los agentes evitó una tragedia

Salvan la vida a este bebé en el cuartel de la Guardia Civil de Agüimes.

Salvan la vida a este bebé en el cuartel de la Guardia Civil de Agüimes.

Diego R. Moreno

A las dos de la madrugada del 28 de abril, la tranquilidad en el cuartel de la Guardia Civil de Agüimes (Gran Canaria) se rompió de golpe. Un joven, desencajado por la angustia, irrumpió con un bebé inerte en brazos, suplicando ayuda. “¡No respira!”, exclamó con desesperación.

Los agentes se lanzaron de inmediato a socorrer al pequeño. Al tomarlo en brazos, comprobaron lo peor: el bebé no respiraba y su piel estaba amoratada. Su cuerpo, sin movimiento alguno, no dejaba margen a la espera. Los guardias civiles revisaron rápidamente la boca en busca de una posible obstrucción y, al no encontrar cuerpo extraño visible, comenzaron maniobras de reanimación cardiopulmonar, aferrándose a la esperanza de que no fuera tarde.

El silencio era sepulcral. El pequeño no emitía un solo sonido. Con el reloj en contra, los agentes tomaron una decisión crítica: lo subieron a toda prisa al vehículo oficial y se dirigieron a toda velocidad al centro de salud, mientras uno de ellos continuaba con las compresiones en el pecho del bebé en el asiento trasero.

En el trayecto, cada segundo pesaba como una losa. No hubo respuesta del bebé… hasta que, justo al llegar a las puertas del centro médico, un débil llanto rompió el silencio. Un llanto que supo a vida.

El personal sanitario, ya en alerta, recogió al bebé de manos de los agentes. Poco después, confirmaban la noticia que todos ansiaban oír: el bebé había sobrevivido gracias a la rápida actuación. La causa, una obstrucción en las vías respiratorias provocada por un vómito.

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