Claves
Catecismo para un cónclave: la química del humo y los cardenales favoritos
Un repaso a algunos de los aspectos destacados del cónclave

Diego Giovanni Ravelli cierra las puertas de la Capilla Sixtina para dar comienzo al cónclave. / LNE
Javier Morán
Desde cómo se produce la combustión de la fumata hasta las características que se esperan del futuro Papa, este "Catecismo" repasa algunos de los aspectos destacados del cónclave que comenzó ayer.
La química del Cónclave. Aunque no lo parezca, son necesarios procedimientos algo complejos para obtener un resultado muy simple. Así, para conseguir en las fumatas un humo fluido y claro se necesitan varias pastillas dentro de un cartucho que activará cada minuto una de dichas pastillas, lo cual proporciona una humarada de un mínimo de cinco minutos. Las pastillas para el humo negro son una mezcla de perclorato de potasio, antraceno y azufre (muy diabólico). Y para el humo blanco se combina potasio, lactosa y una resina llamada colofonia, pasta elástica procedente de las coníferas y útil también para fabricar chicles.
Las matemáticas del Cónclave. Como dejó dicho cierto banquero español, " lo que no son cuentas, son cuentos". Alcanzar el papado cuesta 89 papeletas de los 133 cardenalicios conclavistas, lo cual es una barbaridad de votos. Pero lo mismo cabe decir del mínimo previsto para derribar a un candidato que se vaya acercando a la cifra antedicha. Es decir, que si a lo largo de dos o tres escrutinios aparece un candidato dominante, pero se mantiene firme otro con al menos 43 votos significa que el Cónclave ha de entrar en otra fase, con un nuevo cardenal de consenso, o de compromiso, que hubiera obtenido en la votación de sondeo de la tarde primera (ayer) un número apreciable de votos, entre 20 y 30, aunque luego hubiera quedado relegado. Aproximadamente esto fue los sucedido en los cónclaves de 1958 y en el segundo de 1978, que eligieron respectivamente a Juan XIII y Juan Pablo II.
Las escuderías o escuadras. Existen varias formas de agrupar a los cardenales conclavistas. A) Liberales moderados, ya que liberales radicales no se han dejado ver o, sencillamente, no existen. B) Conservadores moderados, que constituyen la mayoría del Cónclave y que probablemente sean los que decidan el resultado. C) conservadores fuertes, un grupo reducido pero que pueda cosechar apoyos entre cardenales africanos o asiáticos, ya que fuera de Occidente y al Sur, esto es, en los dos citados continentes la tendencia a la Tradición no es infrecuente, ya que han de afirmarse sobre suelo sólido frente a las religiones oriundas. D) El aparato, también llamado la curia o el grupo institucional, que confía en la experiencia de un cardenal en medio del tumulto curial e inclinado al predecesor, pero no no como un hooligan. Fue el caso de Benedicto xVI, que era de la curia, pero trataba de impermeabilizarse frente a ella.
La "pole position". Inmediatamente después de los vaticanistas romanos, vienen en número los vaticanistas estadounidenses que introdujeron terminología americana procedente del dinamismo periodístico y del deporte. Por ejemplo, "pole positon" es propio de las carreras de caballos en las que los favoritos se colocan delante y pegados al "pole", o palo interior en la línea de salida. "Front runners" remite a aquellos que entran con posibilidades elevadas en el cónclave. Es como el arranque de una maratón en cuya salida destacan unos pocos, pero el problema es llegar a meta, lo cual significa mantenerse en los escrutinios. La "pole position" del cónclave 2025 está ocupada por Parolin y Tagle.
Los grandes electores. Término también americano que procede de la política. Suelen ser cardenales mayores, que por edad pueden o no entrar en el Cónclave. Aunque no accedan, su influencia puede haberse dejado notar en la Congregaciones Generales u otros actos durante el Cónclave. Dan señales y también nombres, de modo que cada conclavista pueda llevar dos o tres candidatos en la cabeza. De manera inusual ayer se produjo un acto de "king maker" cuando al final de la misa "Pro eligendo pontífice", "para elegir un Papa", el cardenal Giovanni Batista Re abrazó calurosamente a Parolin y le deseó doblemente suerte. Al propio Re, de 91 años y muy lúcido y respetado, le puede importar un bledo lo que digan de él.
Un Papa firme, limpio y sentimental. Pero, sin embargo, no con la firmeza del hierro, que se rompe, sino con la del acero, moderadamente elástico, pero que evita que los camiones se caigan de los puentes. Sentimental en cuanto a que se comporte con las personas como Francisco lo hacía, mostrándose cercano y receptivo. Y limpio, lo más complicado. El fenómeno de los abusos en la Iglesia católica ha sido tan desmesurado en algunos países que una sola carta de denuncia no tramitada puede afear en extremo a ciertos altos eclesiástico. Otro caso significativo es el del ex cardenal McCarrick, un depredador con grandes medios que logró untar a numerosos clérigos de medio y alto rango para que no observasen sus jornadas de caza. Fuera de lo carnal, las denuncias de abusos de conciencia y de violación del secreto de la confesión han ido aumentando en este cuarto de siglo. Por último, las manos que se meten indebidamente en cajón del pan son causa del deterioro de las personas y de las instituciones de la Iglesia (29 de estas últimas intervenidas o suprimidas en los años de Benedicto XVI y Francisco).
Suscríbete para seguir leyendo
- La cafetería de Castelló que ha abierto tras cuatro años cerrada
- La Guardia civil ya extrema la vigilancia en las viseras parasol de encima del conductor y copiloto: 200 euros y la retirada de dos puntos
- Las cabañuelas de Jorge Rey predicen el tiempo que hará en verano: 'Fríos fuera de lo habitual
- Investigan a dos personas por destruir el nido de una especie protegida mientras hacían obras en Xilxes
- Dos empleados llenaban de gasolina el depósito de sus coches con la tarjeta de la empresa
- Marina Perezagua, escritora: “Nueva York no es que sea decadente, es que ya es el tercer mundo, por no decir el cuarto
- Peligrosa fuga en Castelló con un paquete de cocaína lanzado por la ventanilla
- ¿Por qué los jóvenes de Castellón no quieren trabajar en la cerámica? Estas son las soluciones del sector