SALUD

Carmen quedó parapléjica en el hospital de Ourense a los dos días de una cirugía de rodilla: "No quiero vivir así"

Esta paciente de 81 años lleva más de un mes sin movilidad de la cintura hacia abajo y está decidida a solicitar la eutanasia si su situación no mejora: «No es vida»

Javier Fraiz

Ourense

María del Carmen Baamonde Quintas (Castro de Ribeiras de Lea, Castro de Rei, 1944) tenía problemas de artrosis y llevaba dos años en espera para someterse a una cirugía para la colocación de una prótesis completa en una rodilla. Necesitaba una muleta para desplazarse, pero vivía sola de manera autónoma. "Me arreglaba bien, hacía mis cosas en casa y salía con mi hija a dar un paseo y a tomar café", recuerda ahora, en una situación muy distinta, desde la cama en la que lleva más de un mes sin poder moverse de la cintura hacia abajo.

El 4 de abril fue intervenida en el hospital de Ourense. Entre la tarde y la noche del 5 al 6 de abril notó una pérdida progresiva de la movilidad en las piernas. Desde el día 6 de abril, esta mujer de 81 años está parapléjica y con problemas de incontinencia. "Vine a operarme de una rodilla, caminando con mis propios pies, y me he quedado inválida", lamenta. "No saben la causa, no saben el porqué, nadie me ha dicho por qué, me ha faltado mucha información", subraya.

La familia presentó una queja y el área sanitaria califica el hecho como "una complicación extremadamente rara y poco frecuente"

El 25 de abril, la familia presentó una queja en atención al paciente del CHUO, que fue derivada a la dirección médica del centro. "¿Alguien se va a hacer responsable de que una paciente que vino a operarse de una rodilla haya quedado parapléjica?", exponían. Los allegados también enviaron el escrito a la Valedora do Pobo, que ha iniciado el trámite pertinente.

"Nadie nos dice al 100% que se pueda recuperar pero, si hay algo que se pueda hacer, cuanto antes, mejor", subraya la nieta

La dirección del área sanitaria de la provincia de Ourense explica que "a pesar de que el procedimiento y las técnicas empleadas fueron correctas según los protocolos clínicos, se produjo una complicación extremadamente rara y poco frecuente". La paciente y la familia han sentido una falta de información durante estas semanas. El hospital lamenta que tengan esa "percepción" y se declara "plenamente a su disposición para aclarar cualquier duda y buscar soluciones conjuntas".

A los parientes de Carmen les preocupa que la demora en el inicio del tratamiento y la rehabilitación más adecuados para su lesión pueda suponer un impacto negativo en sus expectativas de recuperación. "Nadie nos dice al 100% que se pueda recuperar pero, si hay algo que se pueda hacer, cuanto antes, mejor", expresa la nieta.

Derivada a la Unidad de Daño Medular de A Coruña

Durante el periodo de más de un mes ingresada en Ourense, los fisioterapeutas han realizado tareas de ejercicios y movilización en sesiones de 20 minutos, de lunes a viernes. Los familiares querían que el CHUO hiciese "todo lo posible" para que la señora fuese admitida en una unidad especializada para atender el "daño que padece tras una intervención médica", expuso la familia en su queja. Tras más de cinco semanas en el CHUO, este martes trasladarán a Carmen al CHUAC, en A Coruña, que dispone de un área de referencia para los pacientes con lesiones complejas, la Unidad de Daño Medular. Allí continuará con "un seguimiento especializado y el tratamiento adecuado", subraya el área sanitaria de Ourense. La derivación se materializa después de una primera solicitud rechazada en abril.

"He pasado muchos trabajos y ahora, que ya estaba viviendo un poco, a mi manera, me cae esto"

En la cirugía de rodilla de esta octogenaria los profesionales emplearon una anestesia combinada (raquídea y epidural). La octogenaria fue trasladada a planta con una máquina PCA para el alivio del dolor, un dispositivo que administra de manera programada el fármaco a través de un catéter epidural. Carmen no sintió nada extraño durante las horas posteriores a la operación. "Estaba bien y dije que podía quedarme sola", relata la paciente. La jornada siguiente, después de avisar de que la PCA emitía un pitido, se la colocaron de nuevo.

"Se me dormían los pies, no los sentía"

Carmen manifiesta que esa tarde se empezó a encontrar mal. "Se me dormían los pies, no los sentía", recuerda. Con las horas la situación no fue a mejor. "Por la noche ya no sentía ni la barriga ni las piernas. Desde que pasó eso me he quedado inválida y no he notado ninguna mejoría, ni pequeña".

Más de un mes sin salir del cuarto, sin capacidad para moverse por sí misma —la movilizan con una grúa o entre varios profesionales a la vez— ha representado para ella "como si fueran cinco años". La lectura y la pintura, una afición por la que fue premiada en la Universidad Popular, alivian algunas de las horas largas de estancia y la ayudan a intentar evadirse.

Carmen Baamonde alivia el peso de las horas hospitalizada con una de sus grandes aficiones: pintar.

Carmen Baamonde alivia el peso de las horas hospitalizada con una de sus grandes aficiones: pintar. / CEDIDA

"Si sigo así, los años que me queden serían de sufrimiento"

El apoyo y la compañía de la familia son su principal aliento. Carmen ha expresado y ha decidido qué hacer si su situación no mejora. Se lo ha dicho a los médicos, a la psicóloga que la ha atendido y también a la familia, que la respalda. "Tengo 81 y, si sigo así, los años que me queden serían de sufrimiento. No quiero vivir así, esto no es vida. Estoy sufriendo mucho", comparte. "La respetamos", dicen a su lado, en la habitación del CHUO, su hija y una nieta, emocionadas.

"Nadie quiere perder a un ser querido, pero tampoco verlo sufrir. Es difícil", expresa la joven. Pese a la compleja situación vivida, los allegados, así como también la paciente, están "muy agradecidos con el cariño" del personal que ha atendido a la octogenaria en este mes de ingreso en Traumatología.

Cincuenta y un años estuvieron casados Carmen y su esposo José, fallecido hace diez años. La señora fue su cuidadora y la persona de referencia fundamental para que, después de una lesión de tráfico, el hombre lograra volver a caminar. "Agarrado a mi espalda aprendió a andar", recuerda ella. "He pasado muchos trabajos y ahora, que ya estaba viviendo un poco, a mi manera, me cae esto", lamenta.

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