Multa de 2.520 euros al motorista que empujó al taxista que murió tras caer al suelo

Multa de 2.520 euros al motorista que empujó al taxista que murió tras caer al suelo

EL PERIÓDICO

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Un juzgado penal de Barcelona ha impuesto una multa de 2.520 euros Edison C. N., el motorista que, en noviembre de 2023, empujó a Carlos Ríos, un taxista que finalmente falleció. La sentencia determina que el acusado no tuvo intención de matar al conductor del taxi, y que el golpe no fue letal; la muerte ocurrió debido a la caída de la víctima al suelo. Por lo tanto, lo condenan por homicidio imprudente menos grave y lesiones leves, además de imponer una indemnización de 65.000 euros a los familiares.

Tanto la fiscalía como la acusación particular pedían cuatro años de prisión. La asociación profesional de taxistas Élite Taxi ya ha anunciado que apelará la sentencia. Su portavoz, Tito Álvarez, ha expresado su indignación declaraciones a ACN: "Este es el precio por matar a alguien", ha lamentado.

Los hechos

Los hechos ocurrieron el 2 de noviembre de 2023 a las 22:18 en la Travessera de les Corts, Barcelona, debido a un incidente de tráfico que derivó en una discusión entre el taxista y el motorista. Durante el altercado, ambos hombres se empujaron mutuamente y, en un momento dado, el conductor de la moto agredió al taxista, haciéndolo caer al suelo. La víctima sufrió un fuerte golpe en la cabeza que la dejó inconsciente. Tras recibir atención del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), fue ingresada en estado crítico en el Hospital Clínic, donde falleció tres días después, el 5 de noviembre.

Según el informe forense, la víctima presentaba una fractura en la parte posterior izquierda del cráneo, que los forenses observaron durante la autopsia y que concordaría con el impacto contra el asfalto. Además, los médicos del Hospital Clínic que lo atendieron indicaron que también tenía fracturas en una parte interna del cráneo, probablemente causadas por el rebote después de la caída. El taxista no presentaba lesiones contundentes en la cara que pudieran causar fracturas internas.

Juicio

Durante el juicio, el acusado declaró que estaba realizando una entrega de comida a domicilio y que estaba acompañado por su pareja. Al llegar a un semáforo que se puso en rojo, el taxista comenzó a gritarle y pedirle que avanzara. Relató que intentó adelantarlos y se acercó tanto que incluso los deslumbró con las luces del vehículo. "Me detuve y decidí hablar con él para saber qué le pasaba", dijo el hombre, quien afirmó que el taxista comenzó a insultarlo y provocarlo de inmediato. "Me dijo que me fuera a mi país", aseguró. Así, narró que al ver que el conductor del taxi también era extranjero, le señaló que ese tampoco era su país: "Eso fue lo que desencadenó todo", añadió.

En la misma línea se expresó la pareja del acusado, quien declaró que su esposo se acercó para hablar con el taxista porque éste comenzó a hacer comentarios groseros. Ambos explicaron que luego el taxista salió muy enojado del vehículo y con una actitud "agresiva", golpeando la moto y haciéndola caer al suelo. "Quedé en shock porque esa es mi herramienta de trabajo", señaló el acusado. Posteriormente, el taxista comenzó a empujarlo y lo acorraló contra un contenedor de basura, donde le propinó un golpe que hizo caer parte de la visera del casco de la moto. "Para quitármelo de encima, lo empujé con la mano izquierda abierta", aseguró el hombre, quien afirmó que en ningún momento tuvo intención de pelear ni de hacerlo caer al suelo.

Debido a este empujón, la víctima se desplomó e impactó su cabeza contra el asfalto. El acusado dijo que comenzó a sangrar por la parte trasera de la cabeza y que un agente de los Mossos d'Esquadra que pasaba por el lugar y estaba fuera de servicio se encargó de atender a la víctima e identificarlo a él.

El vídeo de los hechos quedó grabado por la cámara de otro taxi, que llegó al lugar justo en el momento en que el motorista golpeaba al taxista. Este testigo cedió las imágenes a los Mossos. Los agentes de los Mossos que intervinieron aseguraron que las declaraciones de todos los testigos fueron "coherentes" y manifestaron que el agresor golpeó a la víctima justo antes de caer al suelo. También afirmaron que el acusado mantuvo silencio y colaboró en todo momento, e incluso uno de los agentes dijo que se mostró "arrepentido".

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