Seis meses después de la muerte de la vecina del Grao de Castellón Elena Bacas, por la que se encuentra ingresado en prisión B. A., que fuera su inquilino, todavía falta el informe definitivo de la autopsia practicado al cadáver. Se trata de una prueba clave pues permitirá determinar la hora del fallecimiento de la mujer, ocurrido el pasado 5 de noviembre, y conocer de este modo si el acusado, de nacionalidad marroquí, podía encontrarse en su domicilio cuando ocurrieron los hechos.

Entre los resultados que quedan pendientes figuran también las muestras de cabello y saliva tomadas al imputado tras su declaración para cotejarlas con las halladas en el cuerpo y la vivienda de la víctima, así como las muestras de sangre encontradas en el lavabo de la vivienda del acusado para determinar si pertenecen a la vecina del Grao de Castellón. Estas pruebas, que se acordó que se aporten a la causa, se encuentran todavía en el Instituto Nacional de Toxicología de Madrid, al igual que una chaqueta del acusado manchada de sangre que se halló en su vivienda.

Así lo manifestó la acusación particular que, como ha reiterado la defensa en otras ocasiones, criticó la demora en la instrucción del caso. Y es que los resultados de todas esas pruebas solicitadas en la comparecencia previa son fundamentales para pedir la práctica de otras nuevas.

El cuerpo sin vida de Elena Bacas Vilarroig fue descubierto en su casa por una de sus hijas y un hermano de la primera en la tarde del pasado 5 de noviembre. Las acusaciones mantienen que el acusado, que siempre ha defendido su inocencia, acudió sobre la una de la madrugada a la vivienda de la mujer, a la que debía mensualidades, y un intercambio de impresiones entre ambos derivó en una fuerte discusión que terminó en el fatal desenlace.