Al aumento notable de robos en interior de vehículos debe añadirse el incremento de denuncias sobre daños causados en coches en los que no se llega a sustraer ningún objeto de su interior. Se trata de robos en grado de tentativa en los cuales los autores de estos hechos, bien porque temen ser sorprendidos o porque no consiguen abrirlos, rompen los cristales de las ventanillas o dejan las cerraduras forzadas sin lograr su objetivo. También existen casos de vehículos que presentan daños intencionados (retrovisores rotos, carrocerías ralladas...).