Una juez de Barcelona ha rebajado la pena de un agresor sexual reincidente a 2 años de prisión, por considerar que la víctima no sufrió una especial vejación, pese a que que el acusado le obligó a besarlo, le manoseó los pechos, se masturbó y eyaculó ante ella mientras la amenazaba de muerte.

Según la sentencia emitida, la juez ha impuesto al acusado, Manuel Lázaro Camero, una pena por agresión sexual al considerar que "en el caso no concurren condiciones de palabra y obra especialmente vejatorias para la víctima" y prohíbe al acusado aproximarse al lugar de residencia de la víctima por su "potencial peligrosidad" .

UNA EXTRAÑA SENTENCIA

La pena impuesta contrasta con la petición realizada por la fiscalía, que solicitó una condena de 3 años y 8 meses de cárcel, y la de la acusación particular, en nombre la víctima, que pidió 12 años de prisión por agresión sexual y violación, en grado de tentativa y amenazas.

Sin embargo, pese a entender que la acción no fue especialmente vejatoria para la víctima, desde un punto de vista penal, la juez reconoció que las amenazas y la agresión sexual sufrida por la jóven "han causado mella psicológica en ella" y debido al "estrés postraumático" la mujer, de 23 años, tuvo que recibir asistencia psicológica tras los hechos y por ello le concede una indemnización por daños morales de 3.000 euros, que deberá pagar el procesado.