Tres villas situadas en la zona de la basílica del Lledó de Castellón fueron asaltadas durante el día de Nochebuena, si bien en una de ellas, los delincuentes lo intentaron sin éxito durante la tarde, volvieron por la noche y la desvalijaron.

Al parecer, los autores accedieron a las viviendas, situadas en el Camí el Torrat, tras romper la reja metálica y las verjas de las ventanas, aprovechando la ausencia de sus propietarios. Una vez en el interior de las mismas, cortaron los cables de la luz y el teléfono y revolvieron todas las dependencias en busca de objetos de valor.

"Se llevaron un kilo y medio de alitas de pollo porque no tenemos cosas de valor en la casa, pero volcaron todos los cajones antes de convencerse de que no había nada para llevarse", comentaron unos de los afectados, que se percataron de los hechos cuando acudieron a última hora de la tarde para comenzar los preparativos de la cena de Nochebuena. "Y menos mal --añadieron--que no encontraron los regalos de Papá Noel que teníamos escondidos para los niños, porque si no el disgusto hubiera sido tremendo".

Los ladrones, parecer ser, que entraron en una de las villas y de allí fueron pasaron a la otra por el mismo sistema. En la tercera de ellas intentaron robar, sin éxito, durante el día, lo que determinó que los propietarios de la misma decidieran no celebrar la noche allí.

"Con el susto en el cuerpo pensaron que era mejor ir a Castellón", dijeron las mismas fuentes. Lo que no esperaban es que los delincuentes volvieran por la noche, mientras las otras víctimas ya estaban inmersos en la cena de Nochebuena. Cuando se percataron de los hechos, ya era tarde y de los cacos no quedaba ni rastro.

Además de la comida, los delincuentes se apoderaron de una televisión y dos ordenadores, entre otros.