La mujer de Melilla acusada de envenenar a su hija de 15 años y a su marido de 42 ha confesado que también envenenó a su primera hija, Florinda G.B., que falleció a los cinco meses en 1990, según fuentes cercanas al caso.

Hasta ahora Francisca B.M., de 35 años, que desde el pasado sábado se encuentra ingresada en el Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre (Málaga), negó en sus primeras declaraciones ante la policía y ante el juez que hubiese tenido algo que ver con el fallecimiento de su bebé.

No obstante, posteriormente confesó ante el juez que también le suministró Colme, el fármaco para la deshabituación de los alcohólicos que presuntamente dio a su hija Sandra, fallecida el 5 de este mes, y a su marido Antonio G.B., muerto en enero.

Al igual que hiciera ante la policía, Francisca B.M. ha mantenido que su marido era un alcohólico y que la maltrataba y que tenía intención de abandonarla llevándose con él a sus hijos, motivo que alega para el envenenamiento de todos los miembros de su familia.

También aseguró que pretendía suicidarse y no quería que sus hijos se quedaran solos en el mundo "porque nadie los quería e iban a estar solos".