La mujer asesinada a puñaladas por su exmarido en Hostalets de Balenyá (Barcelona) se había separado de su agresor hace 10 días, después de que la relación de la pareja se deteriorara al no aceptar el hombre que la víctima hubiera empezado a trabajar recientemente en una residencia de ancianos, según explicaron ayer los vecinos.

El crimen se produjo hacia las 21.30 horas del martes cuando la mujer, Manoli, de 46 años, bajaba de un autobús que la traía de una localidad cercana y fue abordada por su exmarido, Antonio, conocido como el Pinocho, de 49 años, que la agredió con una navaja, informaron ayer los Mossos d´Esquadra.

El matrimonio, que no tenía hijos, se había separado recientemente después de que, según algunos conocidos de la pareja, el hombre no aceptara que su aún esposa empezara a trabajar en una residencia de ancianos del cercano municipio de Tona.

La agresión mortal se produjo en el aparcamiento de una discoteca de Hostalets, donde tiene una parada el autocar en el que la mujer regresaba a su casa después de asistir a clases para sacarse el carnet de conducir en una localidad cercana.