El arma que portaba el ahora condenado había sido arrebatada a un Guardia Civil destinado en Logroño. Se trataba de una 9 milímetros parabellum. La Guardia Civil recogió el arma que había logrado arrebatar la víctima al acusado. Los agentes hallaron el cargador del arma con seis cartuchos y otros 28 cartuchos envueltos en un calcetín, que estaban escondidos. El acusado debe indemnizar con 3.000 euros a la víctima y a su esposa.