La policía se incautó de 75,5 kilos de cocaína en el puerto de Barcelona y detuvo a siete personas como presuntos integrantes de una red de narcotráfico que tenía conexiones con la mafia gallega y en la que también se intervinieron joyas robadas, una pistola y 1.400.000 euros.

Según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, la red de narcotráfico estaba "perfectamente organizada y estructurada" y, al frente de la misma, se encontraban dos de los detenidos, María L.B., de 51 años y vecina de Badalona (Barcelona), y el empresario de Valldoreix --Sant Cugat (Barcelona)-- Pedro M.R., de 68 años.

La desarticulación de esta red se ha llevado a cabo en el marco de la Operación Galicia que la policía desarrolla para acabar con las bandas de narcotraficantes gallegos, y las investigaciones concretas sobre la red descubierta en Cataluña se remontan al mes de mayo del año pasado.

Según la policía, la red, que estaba integrada por seis ciudadanos españoles y por una joven mexicana, introducía la droga a través del puerto de Barcelona y para ello utilizaba dos contenedores cargados de madera procedente de Santa Cruz de Bolivia, aunque habían sido embarcados en el puerto de Arica (Chile).

Los 75,5 kilos de cocaína intervenida son de una gran pureza y se estima que tienen un valor de dos millones de euros, si bien una vez cortada y repartida en dosis comercializables, el valor en el mercado negro podía ser muy superior. La droga estaba camuflada en el interior de tablones de madera de tajibo y la partida había sido enviada a una empresa radicada en el polígono industrial de Rubí (Barcelona). En esta última empresa, ha sido detenido el administrador único de la misma, Eduardo F.O., de 29 años y domiciliado en Badalona.

A los integrantes de este grupo la policía les acusa también de adquirir joyas y género diverso procedente de robos.