La denuncia de una mujer ha llevado a la Policía Nacional a desarticular una banda de rumanos que se dedicaba a introducir ilegalmente en España a conciudadanas, algunas de ellas menores, a las que obligaba a ejercer la prostitución en Madrid.

La denunciante relató hace una semana ante investigadores de la Unidad Central contra las Redes de Inmigración y Falsificación que unos individuos rumanos la coaccionaban para que se prostituyera en la calle de la Montera de Madrid y que entre las víctimas de la red había menores.

La mujer, que ha recibido protección tras la denuncia, mostró una gran cicatriz en el brazo izquierdo, de una herida que le había hecho el presunto jefe de la banda por negarse a cumplir sus órdenes, informó la Policía.

La Policía efectuó un registro en una vivienda donde la banda retenía a las mujeres y detuvo ayer a cuatro personas por delitos como amenazas, coacciones y lesiones, y otros relativos a la prostitución y contra el derecho de los ciudadanos extranjeros. Una de las detenidas es Agustina N., rumana, de 28 años y compañera sentimental del presunto jefe de la banda, al que la Policía sigue buscando.