El sindicato de prisiones de UGT denunció ayer "negligencia y falta de previsión muy grave" en el tratamiento del presunto parricida de Elx en Fontcalent, lo que le ha llevado a pedir la destitución del director de centro penitenciario, Jaime Hernández.

Este sindicato considera que el tratamiento dado al recluso puso en peligro la seguridad del supuesto parricida, así como la del resto de internos y la de los funcionarios que se encontraban en el lugar de servicio.

En opinión de UGT, "la falta de previsión se produjo al no adoptar medidas especiales de internamiento" (el protocolo de seguridad) para este tipo de reclusos.

Según estipula Instituciones Penitenciarias como uno de los principios "más elementales y por todos conocidos", dice UGT, ante un preso de esas características se le tienen que aplicar tanto medidas contra el suicidio y contra las autolesiones como para garantizar su seguridad frente a otros internos.