Ahora es el momento en que se sabrá que mi marido es inocente", aseguró ayer a este periódico Dania Dwairi, la mujer del empresario azulejero de origen sirio y vecino de Castellón Mohamed Khair Alsaqqa, procesado por el juez Baltasar Garzón por su presunta relación con la organización terrorista Al Qaeda y que sentará en el banquillo de los acusados por estos hechos a partir del viernes.

El empresario, que siempre ha mantenido su inocencia, está ingresado en el Centro Penitenciario Madrid VI-Aranjuez, adonde fue trasladado desde la prisión de Valdemoro. Allí ingresó el 19 de noviembre, a petición del fiscal Pedro Rubira, que solicitó el encarcelamiento de Alsaqqa y de otros ocho procesados por el juez Garzón por su presunta relación con la organización liderada por Bin Laden. La decisión que pilló por sorpresa a la familia de Alsaqqa, pues tras ser detenido el 16 de julio del 2002 en Castellón, estaba en libertad provisional desde hacía dos años.

"Nosotros siempre hemos estado en contra del terrorismo, cuando se celebró la manifestación para protestar contra la tragedia del 11-M, mi marido y yo también salimos a la calle con nuestros hijos; y ahora le acusan a él de terrorista", comentó la mujer de Alsaqqa, quien vive una pesadilla desde hace casi tres años, cuando su marido fue detenido, pero que siempre ha confiado ciegamente en la inocencia de su marido. "Hace cuatro meses que entró en prisión, aunque él está bien, e incluso me anima a mí, y tiene ganas de que empiece el juicio para que se demuestre la verdad", relató Dania, quien quiso agradecer el apoyo "de todos los españoles que me conocen porque me dan fuerza y que miden que esté tranquila y tenga paciencia, que todo saldrá bien; llevamos casi 10 años en el barrio y saben perfectamente cómo somos".

ASISTIRÁ AL JUICIO Mientras tanto, Dania ya prepara las maletas para viajar a Madrid y acompañar a su marido en el juicio: "Voy a intentar ir lo máximo posible, aunque mi vida está aquí con mis hijos". El juicio contra este empresario --que se enfrenta a una pena de 9 años de prisión por pertenencia a banda armada-- y el resto de imputados no se celebrará en la Audiencia Nacional. Se llevará a cabo en un pabellón de los recintos feriales (habilitado para ello) sito junto a la Casa de Campo de Madrid, los lunes, martes y miércoles, con la previsión de finalizar antes del verano.