Un incendio calcinó ayer una porción de la partida de Ribasals, situada entre las localidades de Atzeneta del Maestrat y Xodos. El fuego, al cierre de esta edición, aún no estaba controlado, y se desconocían las causas que lo podían haber provocado.

"El fuego se ha cogido muy rápido; nosotros hemos tenido que salir corriendo por la parte de atrás del albergue porque ya nos estaba cogiendo", explica José Ramón Vilar, uno de los 40 vecinos que tuvieron que ser desalojados del albergue El Magranar. Según los vecinos de Atzeneta hacía unos 22 años que no se veía nada parecido.

El incendio no ha provocado, hasta el momento, ningún daño personal. En cambió, como consecuencia de las llamas la CV-171 tuvo que ser cortada al tráfico entre los kilómetros 3 y 15. Además, la localidad de Xodos se quedó sin servicio telefónico, ya que el fuego afectó a los postes telefónicos de la zona.

En la extinción del incendio forestal, que se inició a las 13.54 según el servicio de Emergencias de la Comunidad Valenciana intervinieron seis brigadas rurales de emergencias y bomberos, además de tres aviones Air Tractor, dos helicópteros y un avión pesado denominado Foca, del Ministerio de Medio Ambiente.

"Nunca habíamos vista nada parecido, esto es una catástrofe; menos mal que es una zona muy poco habitada porque el fuego se ha cogido enseguida. Nosotros vamos a recoger e irnos porque las llamas cada vez se están acercando más y más" explicaban a Mediterráneo Salvador Mateu y Josefa Aparici, dueños de la masía Madonya de d´Alt, entre la lluvia de ceniza y un olor a fuego muy fuerte.

Por otro lado, algunos de los que estaban en el albergue desalojado se quejaban de la falta de medios y también de la tardanza en la llegada de éstos. "No me lo explico, nosotros a las 13.00 horas ya veíamos el fuego y no hemos visto a nadie hasta las 15.00 h. Además, hasta las 18.30 horas sólo se veían en el cielo dos helicópteros. No sabemos dónde están todo los demás medios; así seguro que no se consigue parar el fuego" explica Jorge Pradas, uno de los 25 valencianos que habían decidido estar en el albergue hasta el lunes, " un lugar muy hermoso al que veníamos muy asiduamente". A última hora de la noche emprendían el camino de regreso a sus casas.