El pasado 6 de febrero un total de 18 personas que habían asistido a una fiesta de aniversario en el albergue de La Todolella fallecieron por intoxicación de monóxido de carbono pocos minutos después de acostarse.

Las heladas inhabilitaron el sistema de calefacción del albergue, por lo que se utilizaron unas estufas para calentar la habitación. El informe policial sobre los calentadores estimaba que sólo podían utilizarse en lugares aireados y con ventilación.