La Policía Local de Burriana mantiene una "vigilancia permanente" en la zona de la plaza Tomás y Valiente, ya que, según explicó ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Francisco Isach, se trata de una zona "conflictiva" de la población.

El edil de Policía cofirmó así que "se han puesto medidas", tras el aviso recibido por parte de algunos vecinos alertando de las pintadas, destrozos e incluso amenazas llevadas a cabo en la zona. Una situación que ha conducido a dos residentes de esta misma plaza, Raquel Galera y Vicente Palmer, a interponer más de 43 denuncias contra otros convecinos por "el acoso y las amenazas a las que nos tienen sometidos", como declaraban ayer a este rotativo.

En este sentido, Galera afirmó que "prácticamente cada día me rompen la mirilla, me insultan o me hacen pintadas, por eso estoy muy asustada", decía. La mujer explicaba que "este problema afecta a mi edificio y a todos los de la plaza, porque, en definitiva, lo que pasa es que hay mucha delincuencia".

Sin embargo, "no todos los vecinos se atreven a denunciarlo porque hay bastante gente mayor y también inmigrantes que están temerosos o no quieren problemas", lamentó.

DAÑOS E INJURIAS No obstante, el próximo día 25 se celebran los dos primeros juicios de faltas por daños e injurias en el juzgado número 2 de Vila-real. Dado el elevado número de denuncias presentado en los tres juzgados de esta localidad por los mismos motivos, el abogado de los dos vecinos afectados ha solicitado la acumulación de denuncias para que sean tramitadas por un mismo órgano judicial, el juzgado número 1 de Vila-real.

El objetivo "es evitar que se tengan que celebrar 20 juicios por lo mismo y conseguir penas más ejemplares", comentó el letrado. En este sentido, de concederse esta solicitud, en un mismo juicio podrían contemplarse todas las denuncias interpuestas por daños en puertas, buzones, mirillas, etc. De este modo, el valor de los daños causados superaría los 300 euros y ya no sería tipificado como falta sino como delitos que comportan multas más elevadas e incluso penas de prisión.

Mientras tanto, los vecinos aseguraron ayer a este periódico que continuarán con la contratación de "personal de seguridad privada nocturna".