Sara relataba ayer, todavía asustada, cómo vivió la paliza tras salir del instituto. Recuerda que mientras le daban "patadas", sus compañeros le gritaban: "¡Mora, vete a tu pueblo, vete a la mierda".

Tiene hematomas en la cara y por todo el cuerpo, y los médicos le han alertado de que tenga cuidado con la espalda, donde le propinaron diversos golpes, según sus relatos.

Dice que sus presuntos agresores "llevaban una semana" insultándole, situación que conocían "los profesores y la gente de Moncofa".

Por esto, cada mañana suplicaba a su madre, Miriam, que no quería ir al colegio: "Mamá, estoy harta de los insultos y amenazas", recordaba ayer tras declarar ante la Guardia Civil.

Sara, a pesar de sus 15 años, tiene claro que el "racismo" está detrás de los golpes y asegura que sus tres hermanos "también han tenido problemas".

Sus padres, Ali, que trabaja en la construcción, y Miriam, ama de casa, son de Marruecos y llevan cuatro años en Moncofa, por lo que consideran un "hecho puntual" la agresión: "No sentimos el racismo de la gente, pero tampoco sabemos cómo se puede solucionar esta situación", comentaban.

TESTIGOS Algunos testigos dicen que Sara apareció "con el pelo deshecho y tirado, y con hematomas con sangre en la cara", y recuerdan que los supuestos agresores se "mofaban" de los agentes.

Según otros niños del municipio, no era la primera vez que tanto Sara como este grupo de niños "estaban en líos", y aseguran que la pelea comenzó "entre las dos chicas".