Ascensión vive aterrorizada. Y sus padres --Antonio Rico y María Carmen García--, también. Según ella misma asegura, su exmarido lleva el último año y medio agrediéndola y amenazándola, y así lo ha ido denunciando a las autoridades. "La Justicia es muy lenta y tarda en tomar medidas. Se dictó una orden de alejamiento por un año, pero ya ha vencido", lamenta.

El último episodio violento se produjo el pasado viernes, cuando sus progenitores, según consta en una denuncia presentada ante el Cuerpo Nacional de Policía a la que ha tenido acceso Mediterráneo, sufrieron una agresión por parte de su exyerno al ir a recoger a sus nietos. "De repente apareció con un bate y empezó a pegarnos", relatan. A causa de las heridas sufridas los dos tuvieron que ser atendidos en el hospital, y ante la gravedad, han decidido solicitar una orden de protección a la policía por miedo a que se repita todo.

"Cuando estábamos casados ya me maltrató física y psicológicamente, pero no me atreví a denunciar. Cuando finalmente me convencí, conseguí una orden de alejamiento, que él se saltó en multitud de ocasiones", relata Ascensión. Asimismo, afirma que tampoco cumple el régimen de visitas con sus hijos (que le permite verlos fines de semana alternos y la mitad de vacaciones, según estableció el juez) ya que "viene y dispone cuando le da la gana. Yo lo denuncio, pero como mucho le obligan a pagar una multa y lo vuelve a hacer".

Ahora mismo, sus esperanzas se centran en la sentencia del juicio que mantienen con él desde que se separaron, cuya resolución espera que no tarde mucho tiempo más en salir.

"Ha habido más agresiones, e incluso amenazas de muerte. Mi único apoyo son mi familia y mis jefas, quienes me animan a seguir, aunque con lo de ir de juicio en juicio pierdo muchas horas de trabajo", destaca agradecida Ascensión. "Estamos intentando rehacer nuestra vida, pero tenemos mucho miedo. Me fui de Cabanes, donde él vive, y nos fuimos a la casa de mi hermano. Ahora me he comprado un piso, pero nos hace la vida imposible", arguye.

Ascensión está desesperada. Incluso se ha planteado abandonar el país para poder dejar atrás este calvario. "¿Es necesario que mate para que la Justicia haga algo?", dice.