Ocho meses después del asesinato de Lluis Masset, un bombero de Benicarló, cuyo cadáver fue hallado en su vivienda el pasado 11 de enero, con un fuerte golpe en la cabeza y rodeado de un gran charco de sangre, el Juzgado de Instrucción número 3 de Vinar²s aún espera que el Instituto de Toxicología de Madrid remita los resultados de los análisis de ADN que se le practicaron al acusado. Se trata de una prueba determinante para poder conocer el grado de implicación del presunto asesino de Masset, un ciudadano ucraniano, A. V., de 27 años, que mantenía con la víctima una relación laboral y de amistad.

Más si cabe teniendo en cuenta que el juez debe señalar el día para proceder a la incoación del procedimiento del Tribunal del Jurado, momento en que comparecerá el acusado, que permanece en prisión provisional desde el pasado 14 de enero. Así lo decretó el responsable del juzgado al observar contradicciones en la declaración del detenido, quien siempre ha negado los hechos y ha mantenido su inocencia respecto a esa muerte, en la que el arma homicida sigue siendo una incógnita, pues actualmente todavía no ha aparecido el objeto usado para golpear al bombero.

En la comparecencia que debe señalarse también estarán presentes el fiscal y el abogado de la Acusación Particular, que revelarán de qué acusan al detenido y pedirán la práctica de las pruebas que consideren oportunas.

La defensa del acusado ya ha solicitado la declaración de cuatro testigos. Se trata de una mujer ucraniana, que fue quien descubrió el cuerpo sin vida y que, al parecer, mantenía una relación sentimental con la víctima; otra mujer con la que el acusado se cruzó, el día de los hechos, en el portal de la casa, cuando allí no pueden haber vecinos porque solo vivía Masset; así como otros dos compañeros de la víctima.