El representante del Ministerio Fiscal solicitó ayer la expulsión del territorio español de tres ciudadanos rumanos acusados de allanar la vivienda de un compatriota y apalearle durante dos horas, con tal grado de violencia que cuando la víctima perdía el conocimiento, le arrojaban agua para reanimarlo y seguir golpeándole. Se trata de una medida a la que se adhirieron las defensas de los tres presuntos agresores, que ayer fueron juzgados en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial y reconocieron los hechos.

Estos ocurrieron sobre las medianoche del pasado 28 de julio del 2005, cuando los tres acusados se trasladaron hasta la vivienda de un compatriota, situada en Burriana, llamaron a la puerta y cuando aquel les abrió, sin mirar quien era, entraron rápidamente y empezaron a agredirle entre todos.

Según el escrito de acusación del fiscal, durante la brutal agresión (que tuvo una duración de unas dos horas), los acusados se pusieron en contacto, vía telefónica, con una persona en Rumanía para que oyera los golpes que le propinaban al herido y les indicara qué debían hacer con el. Finalmente, le dejaron malherido y abandonaron la vivienda. El herido tardó 21 días en curar de las lesiones que presentaba como consecuencia de la paliza. Por ello, en concepto de responsabilidad civil, el fiscal solicitaba que el ciudadano rumano fuera indemnizado con 2.112 euros.

Respecto a las penas a imponer a los procesados, el representante del Ministerio Público, en su escrito de calificación provisional, solicitaba para cada uno de ellos una pena de 15 años de prisión, como presuntos autores de los delitos de lesiones, allanamiento de morada, detención ilegal y amenazas a su compatriota, pero ayer lo modificó y rebajó las penas a cinco años y 11 meses de cárcel para cada acusado. No obstante, de conformidad con las defensas, pidió que la pena privativa de libertad que se les imponga se sustituya por la expulsión de España.