Un vecino de Castellón se sentó ayer en el banquillo de los acusados de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial como presunto autor de un delito de malos tratos y otro de agresión sexual hacia la que era su esposa. Unos presuntos delitos por los que la acusación particular solicita 11 años de prisión, multa de 20 euros diarios durante dos meses, 350 euros de indemnización y 5.000 euros por daños morales, y que el ministerio fiscal rebaja a una multa de 20 euros al día durante dos meses y 650 euros de indemnización por lesiones.

El maltrato comenzó, según la denunciante, poco después de iniciarse la relación en 1995 cuando él "empezó a ponerse celoso, me seguía y yo tenía que decirle lo que hacía en cada momento". Más adelante "él llegó a decirme que me cortaría en pedazos y nadie me encontraría", declaró la víctima.

En julio del 2001 la mujer "tenía tanto miedo" que acudió al Centro Mujer 24 horas para que le dieran cita y por la noche "me dijo que mi obligación como esposa era acostarme con él y me forzó a mantener relaciones sexuales", recordó.

El acusado, por su parte, negó los hechos que le imputaban.