La banda organizada de origen rumano que el pasado lunes fue desarticulada por agentes de la Guardia Civil de Castellón, como ayer publicó este periódico, es la autora de numerosos robos con violencia e intimidación en los que, incluso, utilizaban armas de fuego. Entre ellos, destaca el asalto a un chalet de Peñíscola, en julio, y el robo en una vivienda de C lig, la semana pasada, en los que los ladrones agredieron brutalmente a los propietarios de ambas viviendas, según indicó el teniente coronel de la Comandancia de Castellón, José Manuel Díez Cubelos.

El responsable de la llamada operación Bahía compareció ayer ante los medios para explicar el dispositivo junto al delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Antonio Bernabé; el subdelegado del Gobierno en Castellón, Juan María Calles; el comandante jefe de Operaciones, José Antonio Altamirano; y el general jefe de la Comunitat Valenciana, Cristóbal Santandreu.

El teniente coronel explicó que el número de detenidos se eleva a 33 (30 arrestados el lunes y tres ayer), "todos ellos rumanos, excepto uno que es español" --un conocido vecino de Benicarló-- y aseguró que la operación sigue abierta y que podrían llevarse a cabo nuevas detenciones de "colaboradores de la banda". Los detenidos comenzaron a pasar ayer a disposición judicial y al cierre de esta edición cinco de ellos habían ingresado en prisión provisional, según fuentes del TSJCV. Hoy continuarán las declaraciones.

COACCIONES Y AMENAZAS Por su parte, Altamirano destacó que además de los delitos contra el patrimonio, también se les imputan a los detenidos amenazas, coacciones, delitos relacionados con la prostitución y la falsificación de cientos de tarjetas de crédito que utilizaban en establecimientos comerciales. Una actividad para la que la banda "tenía vinculaciones en países como Estados Unidos, Brasil, Argentina, Alemania, Francia, Italia, Dinamarca, Australia y también Rumanía", señaló.

Díez Cubelos explicó que la operación pudo llevarse a cabo tras meses de investigación y añadió que para practicar las detenciones "se realizaron 13 registros domiciliarios simultáneos en las cuatro provincias, --Castellón, Valencia, Tarragona y A Coruña-- a las 6.45 horas, para que los detenidos no pudieran comunicarse entre ellos ni eliminar pruebas", matizó. Además, señaló que más de 150 agentes participaron en el operativo en Benicarló, Peñíscola, Santa Magdalena de Pulpis, les Coves, Vinar²s, la Senia, l´Alcudia, Carlet y Porto de Son.

Los responsables de la operación también indicaron que el dinero manejado por la banda "tardará meses en cuantificarse", ya que además de los objetos robados, los integrantes del grupo también compraron con las tarjetas falsificadas miles de artículos que les habían sido encargados y los vendían a la mitad de su valor en el mercado.