PONTEVEDRA. Ana María Bonilla, abuela del niño de dos años muerto el pasado fin de semana en Ponteareas por desnutrición, responsabilizó ayer al padre de la criatura del trágico desenlace, ya que su hija se encontraba "desequilibrada" por la falta de alimento, lo que le impidió ser consciente del deterioro de la salud de sus dos hijos. la mujer aseguró que su hija había perdido más de 50 kilos de peso en las últimas semanas, y culpó de lo sucedido a su yerno, de quien dijo que se gastaba el dinero que ganaba "en las tragaperras". EFE