Una testigo protegida declaró ayer que vio a los dos vecinos de Vinar²s acusados de asesinar a un colombiano en el año 2002 en la localidad, F. J. C. E. y J. C. T., a la puerta del pub Rancho Borracho, "discutir" y "hablar duro" con la víctima, Giovanni H. B., menos de cinco minutos antes de "oir dos disparos" que acabaron con su vida.

Este es el principal argumento del fiscal y de la acusación particular, que piden una pena de 20 años de cárcel por un delito de asesinato para cada uno. Esta testigo dedujo que los disparos los efectuaron los "dos españoles", aunque admitió ante la sala que no había visto quien los efectuó.

Por este motivo, entre otros, las defensas sostienen que no hay delito y piden la libre absolución, en un juicio cuya instrucción "no ha sido especialmente buena", según la acusación.

Las defensas arguyen que Giovanni tenía problemas con una banda de colombianos, con quienes había protagonizado un enfrentamiento anterior.

Los dos acusados, con cuyo testimonio se inició el juicio en la sección segunda de la Audiencia de Castellón, negaron ayer cualquier implicación en los hechos y, aunque admitieron que la noche del incidente estuvieron en dicho local, manifestaron que lo dejaron tras tomar unas copas antes de la hora del asesinato.

J. C. T. declaró que la víctima, a quien dijo no conocer, cenó en su restaurante con un amigo, Aníbal, quien le aseguró que le pagaría la factura en el Rancho Borracho. J. C. T. dijo que este fue el motivo por el que decidió ir al pub, pero aseguró que en el momento de los disparos ya estaba en el interior del bingo de Vinar²s, como tenía costumbre hacer antes de la hora de cierre.

El gerente y una de las empleadas ratificaron que J. C. T. era habitual del bingo, aunque aseguraron que los clientes tienen obligación de registrarse.

Por su parte, F. J. C. E. declaró que no conocía al fallecido y afirmó que solo se dirigió a él a la salida del Rancho Borracho para preguntarle por el teléfono de Aníbal. Añadió que no había discutido con la víctima. Otros testigos reconocieron a los acusados como clientes del pub.