Una empleada del bingo de Vinar²s y un vecino de la calle en la que la noche del 21 al 22 de noviembre del 2002 mataron a un joven de origen colombiano, Giovanni H. B., reforzaron ayer la coartada de uno de los dos acusados de este asesinato, J. C. T., que se declara inocente y asegura que no se encontraba en el lugar del crimen cuando ocurrieron los hechos, sino que estaba en el bingo de la localidad, como ya publicó este periódico.

En este sentido, una de las empleadas del establecimiento aseguró que, a pesar de que todos los usuarios del local tienen que dejar sus datos antes de entrar, es cierto que algún cliente habitual había logrado entrar alguna vez sin registrarse. Esto abre la posibilidad de que J. C. T., pudiera encontrarse en dicho recinto, a pesar de que no aparece en la lista de visitantes de esa noche.

Así, la defensa mantiene que este acusado recargó su teléfono móvil en el bingo (alejado del lugar del crimen) hacia las 2.52 horas, solo unos minutos después de que se produjera el asesinato, aunque el fiscal --que solicita 20 años de prisión para cada acusado-- considera que el crimen se produjo sobre las 2.30 horas y la acusación particular puntualiza que las dos últimas cifras del móvil que se recargó no se visualizan en la lista de recargas.

Asimismo, ninguna de las empleadas del bingo que fueron citadas recordaban si J. C. T. estuvo en el local la noche de autos.

Por otra parte, un vecino de la calle en la que Giovanni fue asesinado aseguró haber visto cómo J. C. T. se marchaba del lugar de los hechos antes del crimen, si bien el fiscal y la acusación particular solicitaron que se le dedujera testimonio por considerar que su declaración era falsa, alegando contradicciones.

El juicio se retomará hoy con las declaraciones de agentes de la Guardia Civil que instruyeron el atestado y los forenses.